One Shots (GirlsxTu)

Madison Beer III

"Espero con ansías tu llegada de México cariño. Haré una cena para conocer a tu novia y espero que esta vez lo estes tomando con seriedad"

— Mamá.

Inconcientemente revire los ojos ante la inesperada respuesta de mi mamá, había estado soportando durante tres putos días los mensajes de mis papás. Desgraciadamente la imbécil de Claudia les había revelado que estaba saliendo con alguien y ahora tenía que tolerar la constante presión que me daban para conocer a la ojiverde. Suspire molesta. Apenas había pasado una semana desde mi bochornosa conversación con Camila y ahora tenía a mis papás detrás de ______. Aún no estaba lista. Apenas estaba logrando que las Jauregui me aceptaran como novia de su hija y no quería echarlo a perder con tonterías mías o de Tracie y Robert Beer.

Estaba tan irritada y molesta.

— Ví que necesitabas un trago y te traje una cerveza — la sonrisa resplandeciente del sobrino de Shawn me hizo querer rodar los ojos.

— No gracias — una sonrisa forzada se asomó en mis labios.

— No pasará nada si tomas una.

— Lo último que me apetece en este momento es una cerveza.

— Es una fiesta — suspire con cansancio — Tómate una conmigo.

Bufé.

— Solo una — sonrió cuando tome la bebida de sus manos.

Inconcientemente mis ojos comenzaron a buscar a cierta niña de ojos verdes. Durante la semana fueron pocas veces las que habíamos pasado juntas gracias a que los abuelos de _____ no sabían que yo era su novia, a petición de Camila. Realmente estaba teniendo un pésimo viaje, añadiendo al mocoso rubio que no se le despegaba a mi novia.

— No lo mencioné pero dejame decirte que te vez preciosa.

— ¿Tu crees? — de reojo pude ver como el chico me miraba fijamente.

— Eres la mujer más hermosa que existe, Madison.

Una sonrisa maliciosa adorno mis labios.

— Gracias Nick... Pero la mujer más hermosa que existe es mi novia.

A medida que caminé por el jardín de la casa pude divisar a lo lejos un grupo de niños cerca de la piscina. Mi corazón dió un vuelco cuando finalmente pude ver una cabellera pelinegra entre todos los niños. Finalmente un poco de paz.

— Ya no ha de tardar en reaccionar ese tal Shawn a la pastilla que echamos en su baso — levante una ceja curiosa cuando escuche risas malévolas.

— Creo que esta vez si nos pasamos.

— Callate Connor, nadie nos puede oír o si no...

— ¿De que tanto hablan? — reprimí una carcajada cuando todos pegaron un brinco asustados.

— Oh por dios, señorita Madison, me mato del susto — la rubia se llevo una mano al pecho.

— Pero yo te estoy viendo aquí y no te paso nada — sonreí cuando unos ojos verdes encontraron los míos.

— Solo es una expresión, ______ — respondió el niño de cabello rizado.

— Pero... ¿Por que dirías que estas muerta cuando aún estas viva? No tiene sentido.

— Prometo responder todas tus dudas cuando estemos solas, mi amor — murmure suavemente en su oído antes de depositar un beso en su mejilla.

Inhalé profundamente su aroma y las conocidas mariposas no tardaron en aparecer cuando sentí como sus manos rodeaban lentamente mi cintura.