Capítulo 12. Controladora

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Durante el día soy Marinette

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Durante el día soy Marinette... okno JAJAJAJAJAJAJAJAJA

Lo que si quería decirles es que durante el día Daniel se porto de maravilla, dormía mucho, se despertaba para que le cambiaran el pañal y claro comer, ya cuando se medio cansaba de dormir pedía andar en los brazos de alguno de sus padres, si su padrino se encontraba allí pues con él también pero está vez sólo se encontraban ellos dos, los ilusos padres primerizos pensaron que durante la noche se iba a comportar igual de bien, la triste realidad es que fue todo lo contrario y lo peor de todo es que Matamoros se había escapado para no escuchar el llanto.

Ahí teníamos a los primerizos turnandose para intentar calmarlo, pensaron que lo habían logrado cuando se mantuvo callado por un minuto completo pero pasó uno de esos coches que hace el ruido más fuerte que podías imaginar, el llanto volvió a comenzar y José Luís estaba a nada de sacar el arma, salir al balcón y dispararle a ese coche pero el ruido del arma pondría de peor humor a Dani además de alertar a la policía así que sólo trato de calmarse. Verónica lo llevo hasta la mecedora donde trato de alimentarlo pero no estaba de humor para comer.






– Las ideas se me acabaron — dice agitando el oso frente a Dani — Qué vamos hacer?

– Pasearlo en el coche? — indaga —Le gusta mucho

– Voy por las llaves — se levanta con prisa — Nos cambiamos de ropa?

– Urge dormirlo, me da igual si me ven en pijama — se levanta cobijandolo con la mantita — Qué tiene mi príncipe? — besa su mejilla — Por qué sólo no cierras los ojitos?






Ni siquiera hablarle bonito estsba funcionando, dejaron el edificio lo más rápido que se pudo, ella iría en la parte de atrás con Dani mientras que José Luís conduciría por las calles, no era mentira que Dani disfrutaba mucho los paseos en el coche en especial porque le entraba viento por las ventanas, no demasiado claro, luego se les enfermaba. Estuvieron dando vueltas cerca de una hora, desde los primeros minutos que estuvieron allí Dani dejo de llorar pero cada que paraban en el edificio comenzaba a llorar de nuevo, así que les toco seguir gastando combustible para dormirlo.





– Se durmió? — bosteza

– Sus ojos están más abiertos que los nuestros juntos — murmura recargada en el asiento — Detente aquí en el parque, reconoce nuestro edificio por eso llora

Aquel Primer VeranoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora