Capítulo 26. Ni Pensar

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Al día siguiente Antonia fue a su despacho buscando una de sus agendas donde tenía unos cuantos contactos útiles del pasado, necesitaba que alguien le entregará alguna cosa en contra de su nueva nuera para evitar que abriera la boca con lo del ama...

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Al día siguiente Antonia fue a su despacho buscando una de sus agendas donde tenía unos cuantos contactos útiles del pasado, necesitaba que alguien le entregará alguna cosa en contra de su nueva nuera para evitar que abriera la boca con lo del amante, hace no tanto había enviudado por lo que no se vería bien en su reputación. Si es que les quedaba la duda, José Luís asistió al velorio sólo que no se trajo a Verónica todavía porque no era el mejor momento, en fin volviendo a lo que interesa, luego de buscar en todas esas páginas por fin encontró el número de una investigadora que era realmente eficiente así como confiable.

Le pidió que buscará todo lo que necesitaba saber de Verónica, antiguas relaciones, negocios torcidos, algún detallito que pudiera haberle ocultado a José Luís, amantes también pero eso fue nada más por si a caso pues se veía que lo amaba y que él a ella. Ahora sólo le tocaba esperar a que la investigadora uniera todo lo necesario y le trajera la información personalmente ya que así era el método, nada de pasarse al correo o si vamos a algo más viejo por fax. Además le gustaba recibir el cheque en la mano por lo que era necesario, cambiando de tema Verónica y José Luís fueron durante el horario del almuerzo hasta la casa del tigre, todavía no se llevarían a Dani pues fueron invitados a almorzar.

Esto era lo más cercano que ambos tenían a una familia de verdad por lo que aprovecharían la cercanía de ahora para formar verdaderos lazos, cuando llegaron Dani recibió a sus papás muy alegre contándoles enseguida todas las cosas divertidas que habían echo ayer a eso se les unió Max que todavía no se acostumbraba mucho al parecido de Verónica con su hermana Gabriela pero que de igual modo estaba muy contento de tenerla allí así como de conocerla. Mientras los niños hablanban directamente con Verónica, José Luís recibía algo parecido a un interrogatorio por parte de Tomas, quien se estaba asegurando de que su sobrina se casará con un buen hombre.






– Podrías dejar al pobre hombre en paz? — interrumpe Francisca — Ambos sabemos que es bueno, ya deja de querer asustarlo que el tiempo para eso pasó, tienen un hijo!

– Paso para ti pero yo debo velar por el bienestar de mi familia — cruza los brazos

– Pronto tendrán otro chamaquito incluso! — niega volviendo a prestarle atención a la comida

– La embarazaste de nuevo? — frunce el ceño — Y no dijeron nada?

– Quién está embarazada? — pregunta desde la sala

Aquel Primer VeranoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora