Capítulo 71. Huir

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Los siguientes dos meses pasaron volando casi todo había vuelto a la "normalidad" todavía era algo difícil para Dani superar la muerte de su papá pero la pasaba muy bien con sus abuelas y su mamá, las tres habían tomado el lugar de José Luís a la ...

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Los siguientes dos meses pasaron volando casi todo había vuelto a la "normalidad" todavía era algo difícil para Dani superar la muerte de su papá pero la pasaba muy bien con sus abuelas y su mamá, las tres habían tomado el lugar de José Luís a la hora de los juegos o asistiendo a eventos del colegio, el fútbol y esas cosas. Mau por otro lado era un bebé gordito y feliz, siempre igual de consentido que su hermano mayor, a veces un poquito más pero no se lo cuenten a Dani.

El embarazo de Verónica no próspero lastimosamente, una noche pasó por una de esas horribles pesadillas que la atormentaban todo el tiempo que intentaba descansar, cuando despertó noto la sangre que mancho las sábanas grandemente. Fue un golpe duro de aceptar pero tal vez las cosas debían ser así, siendo sinceras, le iba a complicar mucho la venida de un nuevo bebé, Mau era demandante, Dani también, ahora que estaba sola movilizarse con una gran panza iba a complicarle la existencia bastante.

El sobre con los resultados nunca llegó por cierto, ya lo había solicitado varías veces y en todas le dijeron lo mismo "se lo haremos llegar" cansada de excusas mando a Matamoros averiguar que demonios estaba pasando, sin embargo no tenía mucho tiempo como pata enfocarse en eso, le había pedido a Francisca que le prestará su antigua casa como refugio de su suegra, quien ya se había enterado del aborto y como pensarán, ahora trataba de cuidarla nuevamente... Antonia quedó muy mal luego de perder a José Luís.

No se permitió llorar, tampoco extrañarlo aunque esto fuera muy difícil, pensar en él le generaba un vacío demasiado grande que no podía ignorar si no tenía a la mano una botella, todas sabemos lo que pasa cuando estás triste y bebes. Cuando se entero por un chisme del hospital que Verónica había venido a revisarse luego de sufrir un aborto, el mundo se le vino abajo nuevamente pero trato de controlarse y serle útil a su nuera con lo que pudiera ayudar, aunque eso significará asfixiarla, pudo huir de ella varías veces pero ahora ya sabía donde se escondía.







– Por qué vienes a este cuchitril, tienes tu casa — observa el lugar

– Porque en mi casa hay una señora que no me deja ni respirar fuerte que ya se pone alerta — come de su barra de chocolate — Antonia, déjame sola si? Si quieres puedes abrumar a los niños pero yo necesito... necesito mi espacio

– Pero si te doy tu espacio! — ríe

– No tanto como me gustaría, escucha, entiendo que soy el lazo que te une directamente con José Luís ahora — se pone de pie — Pero debes ocuparte de ti también, todos se preocuparon porque me viniera abajo pero aquí estoy, sin mi marido y sin el bebé que esperaba, ve a terapia o busca al ingeniero

Aquel Primer VeranoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora