Capítulo 31. Sentado!

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Al día siguiente luego de haberse arreglado pues recibió un mensaje de su suegra avisándole que estaría ahí en un rato, dejo que José Luís desayunara con Dani mientras ella "resolvía" unas cositas afuera, espero a Antonia por un par de minutos más...

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Al día siguiente luego de haberse arreglado pues recibió un mensaje de su suegra avisándole que estaría ahí en un rato, dejo que José Luís desayunara con Dani mientras ella "resolvía" unas cositas afuera, espero a Antonia por un par de minutos más hasta que vio su camioneta acercarse a la casa, cuando descendió noto que traía lentes oscuros así que dedujo que tenía un dolor de cabeza tremendo, ella hubiera estado igual de no ser porque se tomó un licuado ahí que levantaría hasta a un muerto.






– Parece que la cruda está fuerte — ríe al verla subir las escaleras — Quieres alguna pastilla? — camina a las sillas — Café?

– Ya tome ambos y sigo igual — se queja — Cómo estás tan bien? — niega

– Bueno saque de mi sistema el tequila con tu hijo — se sienta — Y hoy me tome algo que es bien milagroso, si quieres te lo mando traer — vuelve a reír

– Lo que sea para no tener este dolor de cabeza infernal — murmura — Cómo está mi nieto?

– Bien, ahora mismo desayunando con su papá, aunque presiento que los dos están jugando con la comida — le hace una seña a la ama de llaves — Podríamos entrar si quieres

– Luego de que él dolor de cabeza se vaya — concuerda — Tienes el aproximado?

– Si, desperté en la madrugada porque suponía que vendrías hoy justo para eso — toma el sobre que le entrega la ama de llaves — Podrías traerle de ese batido que tome está mañana por favor

– Si patrona, con permiso — se retira

– Patrona? — baja un poco sus lentes para que pudiera ver su mirada

– Es una manera de decir — ríe — Pero probablemente tendrás que compartir el título — le deja el sobre enfrente — Eso es lo que deberías de invertir, del resto me encargo

– Háblame de tu antigua identidad — lo toma

– No hay mucho, tenía familia o bueno... se podría decir que vivía con sanguijuelas — da de hombros — Muchísimo éxito, mi constructora estaba siempre en el primer puesto — sonríe — Lo que quería estaba al alcance de mi mano — suspira nostálgica — Cada segundo que pasaba más dinero se depositaba en alguna de mis cuentas  pero no podía disfrutarlo mucho... siempre había algo atormentandome

– Algo o alguien? — saca su chequera

– Saber que esos animales estaban por ahí sueltos, disfrutando de la vida como si nada, me daba mucho coraje — asiente — Ellos me arrancaron todo lo que alguna vez me hizo feliz y la posibilidad de ser feliz de nuevo, era parte de ese porcentaje triste de mujeres abusadas que no obtuvieron justicia — se acomoda — Dedique tiempo y dinero en buscarlos, uno por uno comenzaron a arrodillarse ante mí, los vi hacerse a los fuertes — niega sonriendo — Fingir que no estaban temblando de miedo y luego los mate

Aquel Primer VeranoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora