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Cuando el sol a penas iba saliendo del tercer día, Dani abandono su cuarto con prisa debido a una horrible pesadilla, normalmente tocaba la puerta antes de invadir el cuarto de sus papás pero está vez el miedo fue más grande, le dio un susto tremendo a Verónica que poseía el sueño leve desde que Mau nació, el pequeño Dani se trepó a la cama metiéndose bajo las cobijas y abrazando el cuerpo de su madre, fue ahí que noto aquel pequeño temblor ocasionado por el miedo.
– Qué pasó mi vida? — lo abraza a su cuerpo
– Tuve una pesadilla, muy fea mami — recuesta la cabeza sobre su pecho
– Ay corazón — besa su cabeza — Sólo son sueños feos, nada es real, yo estoy aquí para protegerte, nada malo va a pasar
– Lo prometes? — pregunta temeroso
– Te lo super prometo — sonríe — Alguna vez he roto mis promesas?
– No — se acomoda en ella — Siempre cumples
– Entonces puedes volver a dormir tranquilito porque yo voy a proteger tus sueños — comienza a acariciarle el cabello
– También vas a dormir? — cierra los ojos
– No hasta que tú lo hagas — asegura — Anda, cierra esos ojitos bonitos y piensa en cosas lindas — tararea levemente una canción de cuna
Por suerte Dani no tardó mucho en quedarse dormido, sin embargo ella siguió tarareando aquella canción por otro largo rato, ahora sentía de nuevo el peso de la falta que hacía José Luís en la cama, si giraba la cabeza podía apreciar su lado de la cama desocupado. Por lo menos está noche lo tendría de regreso pero hasta que eso pasará sentiría su falta, no podía explicar lo mucho que amaba a ese hombre y si hubiera una forma de hacerlo, probablemente haría falta crear nuevas palabras para describir en su totalidad todo eso.
Justo para la hora en que Dani debía comenzar a ponerse guapo para ir a clases, Mau despertóopacando el ruido de la alarma, despertó a Dani mandandolo con la Nana no sin antes darle un beso de buenos días, se encargo del pequeño ruidoso y ya después del desayuno ambos acompañaron a Dani hasta su salón de clase, luego de eso regresaron a casa pues Verónica tenía cita con la mastologa, antes de eso debía asegurarse de que Mau estuviera con la pancita llena y listo para estar un rato con la Nana.
Al tener esas cuestiones resueltas espero a su suegra que pasaría por ella, ambas mantuvieron una charla tranquila durante el trayecto hasta el hospital, Verónica trataba de ocultar su nerviosismo debido que había sentido algo extraño en su seno derecho, trataba de mantener el pánico lejos ya que lo más probable que fuera era un conducto obstruido causado por amamantar. Sin embargo sabía que en su familia el gen del cáncer de mama abundaba, no tuvo la oportunidad de averiguar si su madre lo contraeria por el motivo que todas aquí conocemos.
