Capítulo 108. Punto Límite

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– Lamento todo lo que pasó — pronunció ni bien la vio salir del baño — Podemos hablar de manera civilizada?

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– Lamento todo lo que pasó — pronunció ni bien la vio salir del baño — Podemos hablar de manera civilizada?

– No quiero hablar ahora Luís, estoy agotada — va al closet para ponerse la pijama




Cuando regreso traía consigo el aparato de la presión pero era el que funcionaba con baterías, osea que no iba a pedirle ayuda para medirsela, se sentó en su lado de la cama dándole la espalda mientras respiraba un par de veces hondo antes de accionar la porquería esa, mantuvo esa respiración relajada hasta que el resultado se arrojo, lo normal es tenerla 120/80 pero Verónica la tenía en 130/70, después de un largo suspiro tomo su celular para hablar con su obstetra, José Luís escucho la conversación sin interrumpir ya que está era la única forma de saber que estaba pasando, sabía que Verónica iba a ignorarlo.





– Gracias, voy a tomar el medicamento que me indicaste — asiente guardando silencio — Voy a medirla cada hora... entiendo, iré al hospital en caso de que algo cambie — concuerda — Hasta luego... — cuelga — Luís, no estoy en condiciones para pelear y es eso lo que vamos hacer... dejemos el tema por ahora, debo bajar el número de mi presión las próximas horas

– Qué necesitas que haga? — se acerca

– Te pediría que dejes el cuarto está noche — saca el medicamento que le había recetado por si acaso del cajón — Pero estoy asustada... si mi presión sube... — se calla negando con la cabeza

– No pienses en eso — la abraza — No diré nada, ni siquiera voy a molestarte, estaré aquí para cuidarte

– Me mando a estar acostada lo que queda de día... cenaré aquí en el cuarto, podrías explicarle a los niños? No quiero que se preocupen — lo suelta para poder tomarse la pastilla

– Me voy a encargar de ellos — asiente — Puedes estar tranquila, quieres que apague la luz? O te deje sola un rato?

– No te vayas — pide — No quiero estar sola

– Voy apagar la luz y vuelvo — sale de la cama con prisa






Apesar de estar aún muy enojada con él, lo necesitaba cerca, tenía tanto miedo de que algo le pasará a los bebés, el único modo de relajarse y sentirse segura era abrazada a José Luís, el medicamento hizo efecto con rapidez, de a poco ella se calmó al fin y pudo dormirse por unas cuantas horas, aunque despertaba cada tanto revisando entre sus piernas, temía tanto por un aborto sin embargo José Luís pudo hacer que se relajará. Aquella noche fue rara para todos, los siguientes días también pues se notaba que las cosas no estaban bien entre Verónica y José Luís, aún así no había peleas.

Aquel Primer VeranoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora