Capítulo 109. Complicado

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Mientras José Luís se despedía de los niños ella se quedó afuera viendo que colocaran las cosas en la camioneta, la verdad sólo no quería estar ahí presenciando esa escena, sabía que no podía seguir ahí y que debía cuidarse por lo que está era la ...

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Mientras José Luís se despedía de los niños ella se quedó afuera viendo que colocaran las cosas en la camioneta, la verdad sólo no quería estar ahí presenciando esa escena, sabía que no podía seguir ahí y que debía cuidarse por lo que está era la mejor solución que pudo tomar, dolía? Por supuesto que si, nunca había estado lejos de ese tonto por voluntad propia, en poco minutos salió el cargando con los dos niños, ninguno lloraba pero sabía que para Dani esto era una situación complicada, odiaba tener que hacerlo pasar por este tipo de cosas una y otra vez.

Pero no los iba a dejar en esa casa con una loca suelta, José Luís dejó a sus hijos en sus respectivos asientos, les abrocho el cinturón y luego quedó frente a Verónica, ella tenía los ojos rojos de tanto llorar, se sentía la peor basura de todas por haberle echo esto, inútilmente intento darle un último beso pero ella no se dejo, ingreso a la camioneta cerrando la puerta rápidamente detrás de sí, sin más le pidió al chófer que la llevara a La Dorada donde pasaría sus próximos días, durante el camino se dedico a mimar a sus hijos, Dani parecía optimista diciendo que regresarían pronto, esto era algo que ella también quería pensar.

Al llegar los empleados de La Dorada se encargaron de cargar con las cosas, Mau se sabía el camino a casa de su abuela así que iba dando saltitos tras su hermano, Verónica se puso unas gafas de sol oscuras, ya era bastante tener que venir a refugiarse con su suegra como para que la vieran con los ojos rojos, fueron recibidos por Antonia que abrazo a sus nietos con una calidez impresionante, adoraba a esos dos con toda su alma, charlo un poquito con ambos y luego los dejo ir con Rosa, ella los llevaría con Lucía que no tenía idea de que sus primos estaban allí, Verónica para ese momento ya estaba escabullendose a la que sería su habitación pero fue pillada.





– Tenemos una conversación pendiente tú y yo — suspiró

– Podemos dejarla para después? Estoy realmente agotada — detuvo su andar

– Bien, te acuestas y me cuentas — la alcanza — Crees que no sé que estuviste llorando como María Magdalena? Ahora vas hacer exactamente lo mismo y no voy a permitir que te deshidrates tan pronto

– Antonia, en serio, necesito descansar — pide

– Me lo resumes querida y te dejo destruirte — la lleva al cuarto





Y si, tuvo que contárselo, por supuesto dejo afuera el detalle del embarazo, si quería estar tranquila debía seguir oculto porque ya todas sabemos como es Antonia, si al drama le sumaba estas dos personitas que todavía no nacen, sería la guerra más grande de todas y ahora mismo no tenía fuerzas para encarar nada.





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