Aquel Primer Verano

Capítulo 61. Campeón!

Después de haber pasado unos tres días ingresada en el hospital, recibiendo visita de la familia y demás, también la recibió de la policía. Verán ahora mismo no era la mejor idea de todas meter a Regina en ácido, así que por esta vez harían las cosas de manera legal, nada más porque seguramente Saúl sería su abogado o al menos buscaría a alguien que fuera de su confianza; ni de chiste pondrían en peligro a Verónica con una investigación, mucho menos a Antonia que tiene un expediente criminal inmenso, entonces con ayuda de la policía local, mantuvieron presa a Regina.

Obviamente sin violar sus derechos porque al rato se lo preguntarian, José Luís no estaba muy contento por seguir esta medida pero no le quedaba de otra, su esposa tenía razón, no podían ponerse en peligro. Mientras tanto en La Fortaleza se adecuaban a la rutina pesada de un bebé, Mau era casi tan llorón como Dani en aquella edad, con la diferencia de que a Mau se lo podía calmar si estaba en los brazos de su madre, si nos salió muy mamitis el pequeño, las siguientes semanas estuvieron recibiendo la visita de Ricardo, él los estaba ayudando con todo este proceso para meter presa a Regina.

– Gracias por venir Verónica — la deja pasar a la oficina — Sé que es lo que menos quieres hacer ahora pero necesitaba que nos reunieramos

– Si, tuve que pedirle a José Luís que se quedará abajo con Mau, dime que ya no falta tanto para que esté asunto pase a manos de la justicia — pide — Porque quiero concentrarme en mi bebé

– Es justo de lo que quería hablarte, debido a tu situación solicité que el juicio fuera aquí, ya presentamos todas las pruebas, el hospital propició fotos y muestras de haber estado encadenada — le coloca unos papeles enfrente — Este va a ser un proceso algo largo, porque sabes que los juicios siempre se toman su tiempo pero si Regina confiesa será más sencillo, aunque de todos modos irá presa o a una institución mental

– Mientras el juicio se haga aquí, no hay problema, me es más sencillo dejar a los niños con una Nana o hasta con Antonia por unas horas — toma la pluma para luego leer el documento — Que subirme a un avión con un bebé y mi marido

– Es verdad, voy a necesitar que firmes estos otros dos también y luego es sólo prepararse para el juicio — asegura

– Perfecto, le diré a mi abogado que venga a reunirse contigo hoy si estás libre — murmura concentrada

– Dile que pase para las cuatro treinta, estaré libre para recibirlo — concuerda

– Bien, yo le aviso — coloca su firma