𝐂𝐚𝐩𝐢𝐭𝐮𝐥𝐨 15.

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Draco, tú no eres un asesino.
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16 Años después.

Sabía que era arriesgado, incluso podrían matarlo en el intento, pero simplemente ya no soportaba la agonía que sentía, el estrés y el odio lo estaba consumiendo. Debía hacerlo de una vez, con o sin ayuda de los demás mortifagos, el armario ya estaba completamente reparado, solo faltaba realizar la última fase de la misión.

Asesinar a Albus Dumbledore.

Sus ojos tristes miraban con atención las estrellas, queriendo compartir con alguien su fascinación por las constelaciones. Observó todo a su alrededor, sus ojos se nublaron de lágrimas al pensar de nuevo en lo que estaba a punto de hacer, no tenía el valor de hacerlo, no quería hacerlo.

Pero debía, por su familia, porque si no lo hacía el que no debe ser nombrado los mataría sin piedad. Sabía que pronto habría una guerra, todos lo sabían y la veían aproximarse, pero la muerte de su apreciado director, los asustaría a todos. Y la verdadera guerra para Harry Potter apenas comenzaría.

Quitó con enojó las pequeñas lágrimas que lograron salir, y con miedo sujeto su varita con fuerza antes de empezar a caminar hacía su destino.

Ahora mismo se daba cuenta de que el Karma es una perra, se arrepentía de todo el dolor que les causó a la mayoría de los estudiantes de Hogwarts, se arrepentía de cada palabra que salió de su venenosa boca, se arrepentía, pero ya no podía hacer nada. Su dolor no justificaba el daño que le había hecho a los demás, pero aún así estaba a tiempo de tomar buenas decisiones, pero él creía que era demasiado tarde.

Que ya no había ninguna salvación para él.

¿Cuánto más iba a tener que sufrir?

Ya ni siquiera podía dormir bien, ya no podía volver a ver a esa hermosa chica rubia que aparecía en sus sueños, aquellos ojos azules con tonos verdes que lo miraban de una forma especial. Quería que ella lo amará cómo lo hizo alguna vez en un sueño. Pero ella no existía, ni siquiera la había visto en persona, solo en sus sueños.

Sentía un gran miedo inundar todo su cuerpo, no podía controlarse, sus manos temblaban, su respiración estaba agitada, su corazón latía desbocado, era un completo desastre de nervios y miedo. Creía que le daría un infarto antes de que el señor tenebroso pudiera matarlo.

Aunque de una u otro forma, aquel mago tenebroso terminaría por matarlo, sonrió con amargura al pensar en eso. Sentía que de cualquier manera terminaría muriendo, fuera cual fuera su causa, era el que menos probabilidad tenía para sobrevivir a la guerra que se aproximaba.

𝐏𝐫𝐨𝐟𝐞𝐜𝐢̀𝐚𝐬. ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora