¿Una pesadilla o realidad?.
Cuando era niña, mamá decía que cuando te enamoras, lo sabrías en el momento exacto en el que mires a esa persona a los ojos. Pero también decía, que aunque la amarás... no por eso ibas a dejar que te hiciera daño. En esta vida, aprendí a no ser tan ingenua e inocente, aprendí a qué hay veces en las que tienes que dejar ir a las personas, o alejarse de ellas por el bien de mi salud mental, aprendí de los errores de esta vida. Espero que en mi otra vida, si es qué hay vida después de la muerte, no tome decisiones que me lleven al camino de mi propia muerte.
En otra vida espero encontrar a mi familia, en otra vida esperó poder comenzar mi amor con Draco Malfoy de una manera sana, y sin miedos. En otra vida quizá ...
Annalise Romanov nunca había corrido tanto en su vida, claro, si exceptuamos la vez en la que fue perseguida hasta la muerte por una obsesión. Pero esta vez era diferente. No corría por su vida, corría para salvar la vida del hombre que comenzaba a amar. En estos momentos según ella su propia vida no importaba, pues tarde que temprano moriría por causa de esa enfermedad que la estaba consumiendo completamente.
Por supuesto, primero había tratado de mantenerse a salvo, tratando de seguir las palabras de Draco, pero todo eso cambió, en el momento exacto en el que escuchó el nombre de Voldemort ser gritado a los cuatro vientos por nada más ni nada menos que Bellatrix. El señor oscuro estaba presente en Hogwarts, irrumpió en ese lugar para buscar su más preciado tesoro, y Annalise sabía que si Tom se encontraba a Draco en el caminó, el rubio ni siquiera iba a poder defenderse pues este lo mataría al instante. Necesitaba impedirlo, necesitaba llegar antes que él.
Su seguridad no importaba en estos momentos, pues solo estaba concentrada en salvar la vida de aquel chico que le robó cientos de suspiros. Mientras ella corría directo hacia donde estaba la muerte, otros la evitaban corriendo hacia el lado contrario que ella, tratando de alejarse de la muerte lo más que pudieran, mirando confundidos a la chica de rizos rubios corriendo... para reunirse con la muerte.
El corazón de la rubia estaba cansado, tanto esfuerzo hacía que se acelerara demasiado, y no de una forma saludable, sus ojos ardían debido a las lágrimas retenidas, sus pies dolían después de subir y bajar escaleras o correr por tantos pasillos que parecían no tener fin. Necesitaba llegar, tenia que detenerlo, pero su enfermedad se lo estaba poniendo difícil, en más de una ocasión se cayó en los incontables pasillos, tratando de obtener un poco más de aire, pues sus pulmones lo pedían a gritos, aquellas caídas le causó cortes y raspones los cuales ardían y habían empezado a sangrar.
Esto parecía un deja vu.
Hace unos minutos se había encontrado con Dumbledore, el cuál le pidió perdón por no protegerla antes y que escapara, que no importaba nada, que se mantuviera a salvo. Pero ella no podía dejar morir al hombre que comenzaba a amar, no podía.
Ya no podía seguir corriendo, parecía que mientras más cerca estaba de él, más largo se volvía el caminó. Se sentía realmente mal, su cuerpo ardía pidiéndole a gritos que se detuviera.
Necesitaba llegar, interceptar a cualquiera de los dos, no importaba si encontraba a Draco primero pues trataría de escapar con él, pero si se encontraba primero con Riddle entonces tenía que hacer de distracción para que Draco tuviera tiempo de escapar.
Sus costillas dolieron al momento de recibir un hechizo que la hizo impactar contra el duro y frío suelo. Se quejó entre sollozos al mismo tiempo que tocaba la zona herida, su enfermedad le estaba impidiendo levantarse y ver al culpable del hechizo. Con esfuerzo y entre quejidos logró sentarse de manera adecuada para ver si la herida no era tan grave cómo para que estuviera sangrando, después de todo con su enfermedad estaba demasiado sensible, cualquier pequeño empujón le haría sangrar.
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𝐏𝐫𝐨𝐟𝐞𝐜𝐢̀𝐚𝐬. ✔️
Fanfiction"-Es por tú bien- susurró acariciando su cabello mientras veía como ella se desangraba- Todo estará bien amor, dentro de unos años te despertaré. Tom Riddle estaba loco, obsesionado por Annalise Romanov. Observó como la sangre de la mujer que amaba...