Capítulo 19

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Samuel

Carla apareció con una femenina sudadera rosada y unos pantalones de mezclilla ajustados, su perfecto culo se marcaba y me estremecí, la tomé de la mano y la arrastré conmigo hacia el elevador, Omar debía estar ya listo con el auto esperándonos, le había enviado un texto diciéndole de que saldríamos, como siempre mi puntual chofer nos esperaba, decidí que yo mismo abriría la puerta para que Carla ingresara, "conduce" dije para que se concentrara en otra cosa que no fuera ella o yo, abordamos pronto y el camino empezó.

Nos dirigimos a un pequeño restaurante para tomar el desayuno, nada elegante pero bastante bueno, "Omar, ¿por qué no desayunas con nosotros?" dijo ella inocente, su mirada se dirigió hacia mí con terror, rodé los ojos, Omar era más que mi chofer, lo consideraba también mi amigo, había estado conmigo siempre, pero eso no quitaba el hecho de que seguía siendo mi empleado, "come con nosotros Omar" dije, después de todo no soy un monstruo.

Carla y Omar sonrió, los miré de forma sospechosa, no quería un boicot en mi contra, esos dos aliados podían ser peligrosos, pero no dije nada, ingresamos al restaurante y pronto nos dirigieron hacia nuestra mesa, Omar intentó retirar la silla para que Carla se sentara pero yo fui más rápido que él, pronto ocupé el espacio entre ellos, no lo quería cerca, no quería a nadie cerca, así que hice lo mismo que había hecho con ella y Guzmán, tratar de ensanchar el cuerpo para alejarlos lo más posible.

El desayuno fue ameno, Omar y Carla fueron más amistosos de lo que me gustaba, pero había salido todo bien, le había dicho a Carla que iríamos de compras y luego nos encontraríamos con Guzmán en el estadio, iríamos a una de esas tiendas del equipo para comprar las camisolas y cuanta cosa quisiera Carla, me gustaba verla feliz y al parecer el encuentro deportivo la entusiasmaba, Omar también iría con nosotros.

"¿Puedo llevar la gorra?" dijo mostrándomela y señalándola con su dedo, asentí sonriendo era como una niña en dulcería, llevaba una camisola, una bufanda, un enorme dedo de espuma, un banderín y ahora la gorra, Omar y yo solamente nos habíamos colocado la camisola del equipo, la tienda estaba atestada de fanáticos al igual que las calles, estábamos cerca del imponente "Wanda Metropolitano" casa del Atlético de Madrid, después de pagar avanzamos hasta la entrada VIP e ingresamos.

Carla

Era mejor de lo que había imaginado, Samuel me había comprado cada una de las cosas que había elegido, por un momento mi corazón se ensombreció al pensar de que tal vez estaba sacando provecho del hecho de que Samuel era rico, pero era imposible resistirse, además quería poder llevarle algunas cosas a Ander, habría querido compartir este momento con él, pero tal vez, con el dinero que ganaría después de esto podríamos asistir juntos a un juego.

Las calles estaban atestadas de fanáticos que vestían de rojo y blanco, caminamos de la mano hasta una entrada poco concurrida, era únicamente para los socios más importantes y personalidades, después de insistirle a Samuel, había accedido a que Omar nos acompañara, no entendía por qué diablos él se empeñaba en alejarme de él, no era como si Omar fuera a fijarse en mí, a él le gustaban los chicos, me sorprendía que Samuel no lo supiera después de que Omar fuera su chofer por tanto tiempo.

"Hola tío... hola preciosa" dijo Guzmán, estrechó la mano de Samuel y me estampó dos besos, uno en cada mejilla, "hola Omar... tanto tiempo sin verte" dijo luego estrechando la mano de Omar, Samuel se removió incómodo luego de que Guzmán me saludara, así es que me acerqué más a él y entrelacé nuestras manos, al parecer Samuel era un hombre celoso y un poco posesivo, quería que el día fuera perfecto así es que me esforzaría para que nada perturbara nuestra paz y si eso significaba soportar sus tontos celos, pues lo haría.

La vista era extraordinaria, podíamos observar el encuentro con perfección, cogí mi móvil y empecé a tomar fotografías junto con Omar, Samuel pareció relajarse, "me alegra verte de mejor humor" dije besando su rasposa mejilla, Samuel no se había rasurado y una pequeña barba empezaba a cubrir su mentón, era tan sexy, él sonrió y me abrazó, nos acomodamos en nuestros asientos listos para que el partido empezara.

En el medio tiempo Samuel se puso de pie y dijo que iría por algo de comer, Omar inmediatamente se ofreció a acompañarlo, el Atlético ganaba 2 a 1, "hola" dijo Guzmán ocupando el lugar que Samuel había dejado, "hola Guzmán" respondí sin mucho interés, no quería que Samuel nos viera y sus celos se dispararan, como dije, quería un día perfecto, "Samuel ha ido por algo de comer" dije para que dejara de verme de la forma en que lo hacía, era como si me inspeccionara, "lo sé" respondió y siguió con su mirada fija en mí.

Samuel

"¿Qué quieres Guzmán?" le preguntó Carla, en el momento en el que nos habíamos levantado con Omar había visto a Guzmán caminando en su dirección, la sangre me hirvió y le pedí a Omar que se encargara de comprar lo que fuera necesario, no quise interrumpir su conversación pues quería saber lo que se traía entre manos Guzmán y cualquier cosa que Carla respondiera.

"Samuel me dijo lo que eres" dijo y estuve a segundos de lanzarlo por las gradas, quería asesinarlo, era un completo imbécil, ella permaneció imperturbable, "¿y qué es lo que soy?" le preguntó de forma retadora, "tranquila... no intento ofenderte, solo quiero saber si me puedes recomendar a alguien, ya sabes... necesito compañía" dijo, ahora si lo lanzaría por las gradas, pero antes le cortaría las bolas, Carla lo miró incrédula, "sé que tú estás fuera de mi alcance, si Samuel se entera me cortará las pelotas".

"Estás en lo cierto imbécil, haré que te tragues tus propias pelotas" dije acercándome a él y apretando fuertemente su hombro, "¡Samu!" dijo sorprendido, se puso de pie de un brinco y se alejó lo más que pudo de mí, "te juro que no quise ofenderla... lo lamento Carla" dijo disculpándose, sonaba sincero, en realidad no era un mal tipo, solo era idiota de sobra, Carla estalló en carcajadas, ambos la vimos desconcertados, "dame tu móvil" le dijo a Guzmán, éste le entregó el aparato y yo fruncí el ceño, ¿qué mierda estaba haciendo Carla?

"Pregunta por Lucrecia, de seguro se divertirán" dijo devolviéndole el móvil, al parecer Carla había apuntado en él el número de la agencia de Sandra, "gracias... y en verdad lo siento Carla, no quise ofenderte" dijo, ella asintió y sonrió un poco, eso hizo que mis instintos asesinos disminuyeran solo un poco, "perdóname Samu, no quise causar problemas" dijo dirigiéndose a mí, "gracias a Carla aún conservas la polla imbécil" dije atrayendo a Carla hacia mí y blindándola con mi cuerpo, el idiota de mi amigo susurró un "gracias" de nuevo y salió corriendo de ahí.

"¿Estás bien?" pregunté, yo también había sido un completo idiota al contarle todo a Guzmán, no tenía derecho a hacerlo, me sentía avergonzado no solo del actuar de mi amigo sino del mío también, "tranquilo, sé perfectamente lo que soy" dijo y eso me terminó de quebrar, "lo lamento Carla, soy un imbécil" dije, ella me miró confundida, "fui yo quien le dijo a Guzmán, no tenía ningún derecho, todo esto es mi culpa, me comporté como un cretino y lo lamento" dije arrepentido.

"¡Joder! ¿podrían ayudarme?" interrumpió Omar, estaba cargado con bebidas y comida, ni siquiera podías verle el rostro, Carla empezó a reír y yo no pude evitar contener mi risa tampoco, pronto lo ayudamos con las cosas y nos sentamos para disfrutar del segundo tiempo, aunque para mí era imposible disfrutarlo ahora, después de haberla cagado como lo había hecho.

"No eres un cretino, y si tanto te importa... pues te perdono" dijo volvió a entrelazar nuestras manos, respiré aliviado y besé su mano, "gracias muñeca, prometo que nunca volveré a quebrar tu confianza" dije, era un hombre de palabra y cumpliría, ella sonrió, apretó mi mano y dirigió su mirada devuelta al partido, cosa que imité, el Atlético anotó un gol más y el partido terminó, era momento de volver a casa y alistarnos para la cena.

Dama de compañíaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora