23- Mía

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Pov Kylie

Flashback.

Sus ojos brillaban bajo la especial luz blanquicea de la luna, The Nautic Club, me hacía sentir como en los días de escuela donde los chicos me miraban y hacían ponerme nerviosa, con mi sexy boxeadora era distinto porque no es algo pasajero y de eso estoy segura.

La llegada al restaurante en la zona playera de Los Ángeles, fue turbia, llena de paparazzis entrometidos e incomodidades que sentía en su comportamiento todo tenso, pero eso quedó en el pasado cuando nos llevaron a la terraza del lugar y vi la mesa decorada con velas aromáticas, un ramo de rosas azules en el centro, el vino enfriandose, los manteles blancos, parecía una mesa decorada como en las películas antiguas, el ambiente le otorgaba ese toque y sus sonrisas coquetas, complementaban el hermoso momento. Había decidido comer un poco de pasta con camarones y ella un filete de pescado al vapor con pure de yuca asada, comíamos en silencio, sorprendentemente, no era uno que me incomodara o fuera muy palpable, solo masticaba lentamente sin desviar su mirar de mi, me gustaba ver su lengua pasearse por sus labios cuando los sentia sucios, tambien me calentaba el hecho de que había quitado su blazer, andaba sin brasier y la fría ventisca, traia como consecuencia, la erección de sus puntiagudos pezones, me ha cachado dos veces saboreando mis labios al ver como mi temperatura se iba elevando ante tal vista.

-¿estas a gusto? -pregunto limpiando sus labios con la servilleta-.

-me siento a gusto, tranquila -imite su acción-.

-¿quieres pedir postre? ¿otro vino? tu me dices y lo mando a traer -se inclino en sus codos en la mesa-.

-pedire postre y, depende de el, pido la bebida -sonrei-.

-no beberas mucho, tu madre me dijo que te llevara a casa a media noche, no quiero quedarle mal a la suegra -rio bebiendo lo restante de su copa-.

-¿tu suegra? ¿desde cuando mama habla contigo? -dije sonrojada-.

-cuando dije que eres mia, dije que tus hermanas serían mis cuñadas y tu madre sería mi suegra y bueno, me invitó a almorzar mañana -se encogio de hombros-.

-eso se llama ser novias y no me lo has pedido -mordi mi labio inferior-.

Ella se quedo en silencio, mirandome fijamente, me empecé a sentir muy nerviosa ante aquel extraño y misterioso silencio, solto un gruñido y sonrío.

-pensé que había quedado claro -rio-.

-eso no es manera de pedirlo -decidi jugar- conmigo debes hacer las cosas bien, conscientes, coherente, sin mentiras, con anticipos y ser romántica, me gusta el romance -.

-¿debo pedirte que seas mi novia para que seas mia? -elevó una ceja-.

-así es -sonrei-.

-bien -se puso de pie- lo hare, por que quiero que seas mía -se arrodillo delante de mi- En ocasiones es bueno perder la cabeza, vivir tan controladamente es solo probar la parte más simple de la vida, eso dice en El Corazón del Rey y en el Diario de Ana Frank, Me pregunto si las estrellas se iluminan con el fin de que algún día, cada uno pueda encontrar la suya -lamio sus labios- ¿quieres ser esa estrella por la que yo pierda la cabeza? -.

Fin del flashback.

Ir muy rápido me aterraba demasiado y ella pareció comprenderlo, o al menos eso me dio a entender cuando se mantuvo en silencio durante toda la cena hasta que la misma acabó, me llevo a casa y me dio un beso en los labios dejandome sola, de pie en medio de la entrada y confundida.

LOVE ME HARDERDonde viven las historias. Descúbrelo ahora