35- Yacht 1/2

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Pov Kylie

Duro.

Se golpeaban realmente duro y mi madre parecía disfrutar, junto a todos los demás, de la disputa entre padre e hija, que inició por un simple entrenamiento cerca de la piscina y, ya me estaba comenzando a preocupar su ceja rota, la manera tan frenética en su respirar y que mi hija este gritando emocionada por ver a memy peleando es un gran detonante a los ritmos frenéticos de las pulsasiones de mi corazón.

Los músculos del señor Remington son el doble de los de Remmy, a pesar de sus cincuenta y tantos de edad, eran abultados y visiblemente pesados, bien formados y relucientes por el sudor, a mi izquierda se encontraba la señora Brooke y parecía mas preocupada que emocionada, si yo que no se que soy de su hija, estoy preocupada, ¿que sera de ella que es madre y esposa?

-¡detenganse! -grito hecha un manojo de nervios, la señora Brooke- ¡Remington! ¡Remmy! ¡Es una orden! -dijo furiosa-.

El hombre de los tatuajes celtas se detuvo pero el izquierdazo que mi chica oscura le dio, lo hizo caer de espalda a la arena, un fuerte jadeo salio brutalmente de la garganta de la señora Tate y nuestros familiares, el señor Grey junto a el señor Zimmerman corrieron para ayudar al boxeador retirado mientras yo solo podía ver aquella imagen tan bestial de mi no se que, la sangre de la ceja corría por ese lado izquierdo de su precioso rostro, su labio tenia una leve abertura sangrante, su pecho parecia ser un hipódromo en funcionamiento con los cabellos compitiendo por ver quién sería el ganador. El sol es mi gran enemigo en estos momentos por como acariciaba cada centímetro de su cremosa piel rojiza, su cabello podia estarse pareciendo un nido de pajaros, sin embargo, ese azabache funcionado con la mirada llena de deseo que me lanzaba, ya ni se lo que digo, solo se que mis pies me llevaban a ella.

-eso fue traicionero -murmure inspeccionando su ceja- es tu padre -.

-¿y que? -gruño sin dejar de mirar mis labios-.

-lo golpeaste muy fuerte -dije con obviedad-.

-ah -resto importancia-.

-¿ah? -alce una ceja-.

-umm -se acercó mas a mi- umm -.

Discretamente mire a mis lados, por encima de mis hombros, notando como todos nos miraban y como el padre de mi no se que, parecía haber recibido in inofensivo almohadaso en la mandíbula.

-vamos a curarte eso, ¿si? -me gire-.

-umm -lo dijo mas fuerte-.

-Remmy -la rete-.

-¿que hago si me gusta todo de ti? -dijo como si nada-.

Mis hermanas se rieron sin pena junto a los demas y mis mejillas se llenaron de sangre, apresure mi paso entrando con suma rapidez a la casa, sus pesados pasos se escuchaban por toda la casa y eso me aceleraba mucho, ya lo habia dicho todo con ese umm, sabia lo que queria pero hay muchas personas y no tengo capacidad de intentarlo.

-¿quieres dejar de cominar tan rapido? Ojala fuera asi cuando toca salir al trote -bromeo-.

-tengo q..que curarte esas heridas -excuse-.

-ni me duelen -rio-.

Su risa es rica en galanteria y sensualidad traida de la fuente de la mismisima Afrodita, es irresistible y ahora comprendo que no sólo su cuerpo es un arma letal por la cual todos nos morimos pero que yo solo puedo morir en el pecado de sus labios. Cerre la puerta del baño en su rostro, recostandome contra la fria madera blanca,  el sonido de su respiración podia escucharlo a través de la madera y es increíble como se aceleraba, esta ofuscandose, asi que, para evitar que derrumbe la puerta, la abrí y en cuestión de segundos, me tenia acorralada contra la fria porcelana de las paredes del baño, sin importarle mancharme con su sangre, olisqueo mi cuello en ambos lados, soltando gruñidos, lamiendo las curvas de mis orejas.

LOVE ME HARDERDonde viven las historias. Descúbrelo ahora