LOVE ME HARDER

32- Sweet Candy

Pov Kylie

Y aquí estoy de nuevo, de pie frente a ella, en medio de su territorio, en medio de su cuadrilátero, deseosa de ella, rogando por un troso de ella, goteando frenéticamente como los latidos de mi corazón y todo es por ella, húmeda como sus grandes brazos que me hacían anhelar en todo momento, tenerlos alrededor de mi cintura.

-¿Te gusta como los uso? -los muestra-.

Asiento.

Ella ama que alabe su cuerpo, que este me excite, es arrogante, vanidosa, como si mi Blue estuviera asomda en esos ojazos verdes que tanto quiero, mi respiración es corta y llena de complejidad cuando me agarra por las caderas, me levanta y baja mis pantalones, que robe de su closet cuando me escape de Palms Springs, hasta estar en bragas y sujetador deportivo, descubrí que tiene un cajon de ropa interior Calvin Klein exclusiva para mi, a un lado de su cajón de ropa interior de la misma marca, tiene una sección de ropa suya que yo he usado y sospecho que la apartó como si fuera mi ropa, tiene fotos de nosotras en su mesa de noche, amo el gesto y la amo a ella, amo todo de su jodido cuerpo, amo mas sus brazos.

-¿Te gusta lo que hago con la boca? -continua-.

-si -jadee-.

En este momento quiero rendirle culto a mi sujetador deportivo casi tanto como quiero besarla a ella, noto que los compro una talla mas pequeña para ver lo rebosantes que se notan mis pechos, y la mayoria tienen un cierre justo en el medio, y es tan fácil de quitar como un sostén con broche delantero.

Cuando Remmy baja lentamente el cierre, muerdo mi labio y miro su rostro, puedo leer sus mas sucios y lujuriosos deseos en el, le divierte hacerme estremecer por todas partes.

-¿Te gusta lo que hago con mis dedos? -murmura-.

Su voz es baja y suave, estoy completamente excitada por las preguntas que me hace, todo en ella me calienta.

-Sí, Remmy -digo con dificultad-.

Encuentra mis pechos, y no importa a donde mire, si es a ella o a su Yorksire Terrier recién adoptado, no importa que mire al mismísimo pueblo de las tinieblas o al jardín del Edén, sé que a donde yo mire, me veré desnuda y no sólo ante las altas paredes de espejos que nos rodean. Mi sensual y problemática, Riptide, es dueña de una gran virilidad, y no sé qué hice para merecer y recibir tan maravillosa vista de su preciado cuerpo, se sus ojos, de ella desde todos los ángulos. Mi dulce y risueña, Remmy, divinamente desnuda

¿Se multiplicó por diez?

Oh, Dios.

—¿Te gusta lo que te hago… con esto? -pregunta lenta y segura-

Cuando desliza sus pantalones deportivos, estoy muriendo poco a poco con la vista de su maravilloso trasero, en los reflejos detrás de ella, sus poderosas piernas desde atrás, su estrecha cintura y hombros un amplios, y su rosado, pene, ubicado frente a mí.

Morí.

Ella si sabe como mandar a descansar en paz, a todos aquellos que se acerquen.

-mia, solo mia -gruñi-.

Me paro en puntillas, uso sus hombros para impulsarme hacia arriba y aplastar nuestras bocas mientras con fervor, ella succiona mi lengua y tira mis bragas bajo mis piernas, me toma por los muslos y me deja en la lona roja, nuestra piel desnuda esta deslizándose suavemente contra la del otro.

-¿Qué pasa si alguien viene? -pregunto con poco entusiasmo-.

-Nadie viene aquí salvo mis padres, familia, equipo, y tu -resta importancia-.