Capítulo 2

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Ambar Becket

Acababa de llegar a Asfil nuevamente, me sentía emocionada de poder regresar al pueblo del que me dolió tanto irme.

Me encontraba hablando con mis amigos, todo muy normal, nos poníamos al corriente de todo lo que pasó mientras estuve en Vancouver.

-Y ¿ya tienes novio? - pregunta Cristian de pronto.

-No - niego con sinceridad.

-¿Y no quieres uno? - pregunta juguetón, mientras se acerca a mí.

-No - digo con diversión, pero estoy incomoda, todos ríen por mi respuesta tan directa.

Siento ya el calor, así que decido quitarme el abrigo. Hace tan solo unas horas hacía un frío del demonio.

-Entremos a tomar algo - me dice Vanessa tomándome del brazo y haciéndome caminar a "Ginger Café" - Si te molesta ese idiota, no dudes en golpearlo en la nariz o decírmelo - me susurra, yo río levemente.

-No lo dudes, estaré bien - aseguro, ella sonrie.

Sigo sintiendo una mirada en mí, una muy fuerte. No es de Cristian, él está muy distraído viendo a cualquiera que pasa.

Vuelvo a buscar el causante de las miradas, pero no noto a nadie.

Todos entramos a la cafetería y nos sentamos en una mesa. Pedimos nuestras bebidas y todo. Una vez llegan comemos y bebemos lo pedido.

-Y ¿Te quedarás o te irás? - pregunta Axel, curioso.

-Me quedaré, al menos durante un buen tiempo - respondo con una sonrisa.

-Me alegro, estarás en el baile de graduación - dice Cristian.

-Si, pero aún falta para eso - digo, tratando de evitar el tema y una posible pregunta que no quiero responder.

-Cierto, primero es mi cumpleaños - dice Luisa divertida - ¿lo recuerdas, no? - me pregunta sospechosa y divertida.

-Claro que sí, 7 de setiembre, como olvidarlo - digo divertida, ella ríe.

-Le atinaste, haré una fiesta enorme, espero que vayas - me señala con el dedo de manera "intimidante" - te quiero presentar a Alicia, es una fiestera, muy buena chica - agrega y nosotros reímos.

-Es una fácil - dice Mack, yo frunzo el ceño por esto.

-Púdrete, Mack el misógino - calla Luisa, me mira - ignóralo, bueno, mejor mándalo a la mierda, Alicia solo disfruta de su vida, eso no la hace fácil - defiende, Mack rueda los ojos.

-No la conozco, pero concuerdo, nadie merece ser llamada "fácil" por disfrutar de su vida sexual - apoyo y Mack me mira ceñudo - ¿Qué? - pregunto a la defensiva.

-Nada, tranquila fiera - dice "divertido".

Seguimos tomando nuestras bebidas y conversando de manera natural. Todo muy normal.

Veo por la ventana y leves recuerdos llegan a mi mente.

Una pequeña yo corría por las calles de lo que antes era una tienda de juguetes, a mi lado corría una pequeña Luisa. Ambas nos detuvimos frente a la tienda y detallamos cada adorno de la tienda. Nos miramos cómplices y entramos en la vieja edificación. Corrimos y entramos en el lugar, el hombre del mostrador nos miró divertido.

-¿Qué hacen aquí, pequeñas? - preguntó curioso.

-Venimos a buscar una pelota para poder jugar fútbol con nuestros amigos - respondí con una sonrisa.

Sé mi peligroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora