Capítulo 26

3.1K 277 133
                                    

Me desperté por el sonido de la puerta siendo cerrada con fuerza. El hecho de sentarme fue bastante lento a comparación de mi despertar. Tallé mis ojos con los dorsos de mis manos y fruncí el ceño al ver lo que tenía en frente.

Sobre mi cama descansaban una pequeña tarjetita dorada y justo al lado un vestido blanco. La tarjeta relucía con un “Cena en la terraza”.

Genial, no me gusta cenar al aire libre, ocasiona frizz en mi cabello.

Me levanté de la cama y me moví hasta coger mi celular que estaba sobre la maleta, no había respondido los mensajes de mis amigos, ellos no sabían nada de mí, así que supongo que es hora de dar unas explicaciones.

Ignoré los mensajes y llamé directamente a Mack, quien contestó al tercer pitido.

-Aló – respondió rápidamente, se oía alterado - ¿Ambar?

-Hola – contesté sin muchos ánimos, me aventé a la cama y miré el techo.

-Oigan, es Ambar – escuché que dijo Mack, más voces llegaron a mis oídos pero no pude diferenciarlas.

-Ambar – oí la voz de Vanesa – nos tenías preocupados, ¿por qué no respondías los mensajes? – pregunta preocupada.

-¿Estás bien? – oí la voz de Luisa.

-¿Dónde estás? – pregunta esta vez Axel.

-Déjenla hablar – exclama Mack, autoritario.

Suspiro pesadamente, acariciando mi sien.

-Estoy bien, chicos. No contesté el teléfono porque necesitaba estar sola. Luisa lamento mucho no haber estado en tu cumpleaños – digo rápidamente, oigo cómo ellos se pelean por hablar.

-No te preocupes, no hay problemas, linda – dice Luisa, puedo jurar que veo su linda sonrisa.

-¿Dónde estás? No estás en casa, eso lo sé – dice Vanessa.

-Es una larga historia – comento agotada.

-Creo que merecemos una explicación – vuelve a hablar ella.

-¡Vanessa! – exclama los demás al mismo tiempo.

-¿Qué? – reclama Vanessa.

Por mí cabeza pasó contarles, pero no haría eso. No los pondría más en peligro.

-Tuve problemas y tuve que salir del pueblo – simplifico.

-Familiares no fueron, tu madre nos dijo que saliste con unos jóvenes, ¿Es cierto? – pregunta Vanessa, por mi silencio vuelve a hablar - ¿preferiste irte con otras personas antes de venir al cumpleaños de Luisa?

-Vanessa, ya cállate, ni siquiera yo estoy molesta – se queja Luisa, sonrío levemente.

-En serio lo siento, y sí, salí con unos jóvenes – menciono, evitando decir amigos, resulta que estos muchachos son muy celosos con otros amigos.

-¿Es el grupo de amigos de Damián? – esta vez pregunta Mack.

-¿Damián? – pregunta Luisa – oh, Dios, ¿estás saliendo con tu amor platónico? – pregunta emocionada, yo río levemente.

-Mmm, yo…

-¡Oh, Dios! ¡Es eso! – exclama Luisa, escucho como sus zapatos golpean el suelo por los saltitos que da – bien, todo perdonado, anda y folla con tu amor platónico de toda la vida – añade ella, siento como trata de quitarle el teléfono a Mack.

-¿Es enserio? – pregunta Mack.

-Sí, dejara vivir – habla ella – adiós, nena, te amo mil.

Sé mi peligroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora