🎃🕸️Capítulo 50🕸️🎃

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La noche ya había caído y me encontraba en mi habitación junto a Ambar. Ambos estábamos casi listos para la gran celebración.

Mi disfraz era muy sencillo, pero a la vez hacía match con Ambar.

De manera muy empalagosa, yo estaba disfrazado de cazador y el disfraz de Ambar era de una conejita.

¿Mucha cursilería? Sí, pero así es la vida.

Terminé de peinarme y me giré para ver a mi enamorada terminando de maquillarse frente al espejo. Su cabello estaba suelto en ondas desordenadas, llevaba un corset color blanco que hacía que su busto llamara mi atención, en la parte de abajo llevaba una falda corta de color blanco con capas, las cuáles daban mucho volumen y esponjosidad. En la parte trasera de su falda tenía un pompón blanco que simulaba la cola de conejo. Ambar tenía unas pantis que llegaban a sus muslos y se ajustaban a sus piernas con un borde de encaje y un liguero.

Ambar siempre era perfecta, pero en esa ocasión, lucía como un puto ángel caído del cielo.

Bajé la mirada para examinar todo su cuerpo, cuando vi sus pies, estaban cubiertos por unos tacones enormes. Aún así, no alcanzaba mi altura y eso me hizo reír. Ambar lo notó y me vio confundida.

-¿De qué te ríes? - me consultó, guardando su maquillaje y alzando las cejas para verme con diversión. Acaricié su rostro con suavidad. Su maquillaje era muy sencillo, pero tenía un delineado.

-Eres muy pequeña - dije en un susurro, mientras dejaba un corto beso en sus labios. Ella sonrió cuando me alejé.

Su mano derecha acarició mi rostro con delicadeza, su mirada pasaba por todo mi rostro. La castaña mantenía una dulce sonrisa. Sus dedos se enredaron en mi cabello con suavidad.

-Me encantas, Damián Fox - susurró mientras se acerca a a mis labios. Tomé su mano libre y la guié a mi cuello. La tomé de la cintura, pegándola a mí.

Amaba como sus labios encajaban con los míos a la perfección. Ese ritmo tan perfecto, ese ritmo que hacía que mi corazón quisiera salirse de mi pecho.

Nos alejamos y ella apoya su frente con la mía. Sonreí aún con los ojos cerrados.

-Te amo - dije, siento como su respiración se para al instante. Dejé de sentir su piel contra la mía, abrí los ojos para verla frente a mí, en shock - ¿Qué pasa? - pregunté asustado por su actuar.

-Es la primera vez que me lo dices - susurró, presionando los labios, ocultando una sonrisa.

-Hay una primera vez para todo, ¿no crees? - sus ojos de aguaron. Me abrazó fuertemente.

-También te amo - susurró en mi oído.

Nos quedamos un rato abrazados en silencio. Su aroma y su respiración contra mi cuello provocaban que mi piel se erice.

-Si quieres, podemos quedarnos en la habitación y ver películas - le susurré, alejándome para verla a los ojos.

Ella sonrió y negó levemente mientras pasaba sus manos por mi torso cubierto por una camisa blanca. Soltó los primeros tres botones y acomodó el cuello de mi camisa

-Estaré bien, amor - me dijo con suma calma.

-¿Segura? Porque Poe hizo algunos planes para ti, sin tener que involucrar muerte - mencioné, esperando que dijera que prefería hacer otra cosa. Me preocupaba el bienestar de Ambar, no quería que se sintiera presionada a asesinar a Mike o a otras personas.

-Quiero hacerlo, de verdad - su tranquilidad hizo que asintiera ante sus palabras.

-Te ves hermosa - cambié de tema. Ella rió.

Sé mi peligroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora