Capítulo 3

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Salimos de la cafetería, era un desastre. Luego de que nos riéramos de Cristian, este le tiró su batido a Vanessa, ella lo golpeó, él intentó hacer lo mismo, y de algún momento a otro nos corrieron de la cafetería y le prohibieron a Cristian y Vanessa volver acercarse a Ginger Café.

Nos encontrábamos riendo de Cristian, no podíamos dejar de reírnos de él, era inevitable.

-Tipo, llegas con tu ego enorme y va querer hablarte - se burla nuevamente Vanessa.

-Deja de joder - se molesta Cristian. Nosotros paramos de reír.

-Osea, tú si puedes hacer bromas estúpidas e incómodas, pero no podemos burlarnos de ti, vaya, que equilibrio - dice Vanessa molesta, se nota que no lo soporta en lo más mínimo.

-Vaya, ahora me vas a decir que solo fue por eso, por una broma que hice, pues que poco sentido del humor tienes - dice Cristian, tomando otro sorbo de su batido.

-Sentido del humor tengo, lo que tengo son ganas de aguantar tu acoso - rebate.

-Claro - dice ignorándola.

-Cliri - se mofa Vanessa, eso parece molestar de sobremanera a Cristian.

-Me tienes cansado - dice y le tira el batido encima.

Todo nos impactamos por aquello.

-Eres un imbécil - dice Vanessa molesta, solo veo como su puño se aproxima al rostro de Cristian, cuando vamos a intervenir este ya recibió el golpe.

-¡Vanessa! - exclamamos en unísono al ver que le dio un golpe.

-¿Qué? - nos pregunta.

Cristian se incorpora y se le quiere abalanzar encima. Axel lo detiene.

-Hey, no, ya basta - dice tomándolo de los brazos, deteniéndolo.

-La hija de puta me golpeó - espeta.

-No la llames así - dice Luisa molesta.

-Cálmense - digo por primera vez en la discusión - nos van a sacar de...

-Váyanse - escucho que dice el mesero - ustedes dos - señala a Cristian y Vanessa - no pueden volver a entrar - avisa y yo bufo - ahora, ¡largo! - exclama.

-Bien, ya nos vamos - espeté, molesta por la situación.

Eso pasó, todo muy raro. Cada uno tomó su camino a casa, yo no era la excepción. Obviamente le agradecí a Vanessa por querer defenderme y todo, lamentablemente eso no salió bien, pero la intención fue lo que contó.

Aún es temprano, son casi las 6:00 pm. Decido caminar unos momentos, así que entro en el bosque, no es que lo conozca mucho, pero me encanta la naturaleza.

Camino por este, recuerdo muchas cosas, como aquella vez que estábamos mamá, papá y yo en el bosque y yo me metí una piedra a la boca y a mis padres casi les da un infarto.

Al menos eso me contaron.

O cuando me caí y me raspe la rodilla jugando a las "chapadas" con Vanessa. Sonrío por los bellos recuerdos.

Me alegra estar de regreso.

Sigo caminando y escucho leves gemidos. Oh no.

No quiero ver pornografía.

Me estoy por ir cuando escucho un quejido de dolor. Tal vez el gemido no era de placer.

Camino hacia el ruido, levemente, no quiero morir.

Sé mi peligroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora