Capítulo 15

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-¿No es peligroso para Padme ir sola? - pregunto preocupada.

Nos encontrábamos en la cabaña, Padme estaba reuniendo valor para ir hasta la zona VIP y buscar a Nicolás. Damián me ve.

-Siempre hay peligros, pero ella quiere ayudarla - dice con seriedad.

-Oh - emito.

Padme suspira y se aleja de nosotros.

-Estará bien, caramelo - me asegura Poe.

-No es como ustedes, no creo que todo esté bien - digo con preocupación.

Nos quedamos un rato en silencio, suspiro. No era bueno, salvar a Alicia era necesario, pero era muy peligroso. La manada de Nicolás no se veía muy amistosa.

Nos alejamos del lugar, yendo a encontrarnos con los demás.

Me sentía mal, tenía miedo por Padme. No es que hayamos sido muy amigas, pero aún así no quería que la lastimaran.

Cuando llegamos con los demás, nos sentamos, yo quedando en medio de Damián y Tatiana. Suspiré pesadamente.

Tengo náuseas, siento como la preocupación me carcome. Soy alguien que se preocupa mucho por las personas, este es un claro ejemplo. Siento como mis tripas se contraen.

-Ahora vengo - aviso y me levanto de mi lugar.

Cuando me voy a alejar siento una mano tomando mi muñeca.

-No hagas nada estúpido, no te involucres en esto - habla Damián con seriedad, ganando las miradas de los demás.

-En realidad voy al baño, pero gracias por avisarme - digo con tranquilidad, Damián suelta mi muñeca, yo sigo caminando.

Busco el baño, cuando lo encuentro entro. Hasta el baño es lujoso. Las luces son tenues.

Me acerco a un cubículo e ingreso. Cierro la puerta y siento como quiero vomitar, me inclino ante el retrete y suelto una arcada, para acto seguido vomitar.

Voto todo lo que tengo, siento como mi garganta arde. Tomo un pedazo de papel y me limpio. Jalo la cadena y salgo del cubículo. Me acerco al lavabo y abro la llave, me echo agua a la cara y me enjuago la boca.

Debí traer cepillo de dientes.

Me veo en el espejo y arreglo mi cabello. Soplo para saber si tengo mal aliento, el cual no huele mal.

Me vuelvo a ver en el espejo. Me veo bastante bien para haber vomitado hace 2 minutos atrás.

Salgo del baño un poco distraída, camino en dirección al resto del grupo, pero antes de llegar choco con alguien.

-Ay, lo sien... - me quedo callada al recordar que no me debo disculpar con los novenos, al menos no a cada momento.

Alzo la mirada y maldigo.

-Hola, hermosa - dice Nicolás frente a mi. El resto de su manada detrás de él y Padme a un lado con los ojos muy abiertos.

-Hola - digo y trato de sonreír con autosuficiencia.

-¿Estás sola,.. - deja la pregunta en el aire.

-Ambar, y no, en realidad estaba regresando con el resto de mi manada - centro mi mirada en sus ojos, tratando de no mostrarme nerviosa - bueno, nos vemos, que disfruten - me trato de largar de allí, pero una voz me detiene.

-¿Por qué no nos acompañas? - habla Nicolás.

-¿Ummm? - emito con miedo, pero sin demostrarlo.

-Estábamos por ir a cazar, con Padme - la señala, ella me ve aterrada - acompáñanos.

Sé mi peligroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora