c u a t r o
—No iré a casa para las fiestas, mamá. Tengo que trabajar.
—Yoongi, estoy sola, ¿se te olvida?
—No, no se me olvida, pero me requieren para el turno y me darán paga extra. No puedo fallar. Tengo que ahorrar para sacar a Jungkook de allá.
Nombrar a su hermano produce un gemido de frustración del otro lado de la línea.
—Lo siento, mamá.
—Tu hermano pasará el resto de su vida encerrado, Yoongi.
—No, no lo hará. Puedo intentarlo.
—Has dicho lo mismo mil veces, y continúas echándote hacia atrás.
—Espero que jamás te suceda algo similar para que no tengas que pensar siquiera en cómo se siente estar mi posición, mamá.
—H-Hijo... yo...
—Felices fiestas.
♩
Yoongi despide a Kimma y Lena en sus respectivos autobuses a sus respectivas horas. Sus rostros cargados de felicidad le llenan el pecho. Al menos ellas tienen una familia común que las esperan ansiosos para celebrar.
En cuanto a él, pasará esta semana y la próxima trabajando de sol a sol.
En cuanto a Hoseok, es probable que pase las fiestas en Byeol con su padre. Después de la pelea por la herencia de su madre, ha decidido no volver.
♩
La primera semana de Yoongi es tranquila hasta el día veinticuatro. Al parecer las familias prefieren salir a comer y llenar a los demás de trabajo en lugar de cenar en sus casas, en el calor del hogar que Yoongi alguna vez tuvo y que hoy extraña más que nada en el mundo.
Recuerda una de sus primeras navidades con Jeon Jungkook.
Su padre les regaló un camión de juguete a cada uno, el más grande era para él, Yoongi sabía el porqué, era una especie de premio especial por mantenerse callado y ser bueno. Sin embargo, Jungkook era más pequeño y caprichoso con él, así que se lo cedió sin rechistar. Estaba feliz porque su hermanito era feliz y nadie le hacía daño.
—¡Min! ¡Despierta! —le grita su jefe desde la barra—. ¡La mesa ocho está esperando!
Con dos bandejas sobre sus brazos, Yoongi transita entre el gentío del local y sus nuevos compañeros de la fecha, luchando por no caer con platos y tazas de chocolate caliente y café espumoso.
A estas alturas del día le duelen los pies y le llora el estómago. Sólo ha bebido un té durante la mañana y ha comido un trozo de magdalena que Luha le obligó a probar antes de irse a medio día. Sabe que es una terrible idea no comer porque prefiere trabajar y distraerse, aun así, lo hace.
—Que lo disfruten —menciona a la familia que lo observa con atención. Un adolescente distraído en su celular le recuerda a su hermano—. Feliz Navidad.
Son pasadas las once, en poco las familias comenzarán a dispersarse. También ve parejas, pero a esas prefiere no atenderlas, le ponen algo nervioso.
Cuando va terminando de tomar el pedido de la mesa dos con una pequeña familia recién aparecida, la campanilla de la puerta suena. Como siempre observa a quienes entran para saber dónde y cuándo tendrá que tomar el pedido en caso de que se lo soliciten. Park Jimin entra al local junto a un chico que luce de su misma edad, un poco más alto, de cabello castaño. Hay un pequeño lapso de miradas entre ambos y Yoongi solo pretende pasar desapercibido y fingir que no lo ha visto, así que camina hasta la barra para entregar el pedido que acaba de tomar. Envía a uno de sus compañeros nuevos a la mesa donde Jimin se encuentra. Sin embargo, lo ve negarse y ponerse de pie, caminando hacia él.
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Astronómicamente Inexacto ♫ yoonseok.
Fanfic♫ : ❝ Como las cuerdas de un piano mal afinado, Min Yoongi tropieza con la retrospectiva de su vida y estalla con el presente de su familia. Mientras reconoce a Jung Hoseok, bajo una antigua leyenda de la música, deberá aprender a dejar sus heridas...