u n o

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u n o

Cuando Jungkook cumple un año tras las rejas, Yoongi regresa a Byeol para cumplir su promesa.

Con el gorro negro que le dio su abuela cubriendo su nuevo corte de cabello y un par de zapatillas nuevas envolviendo sus pies, vuelve a registrarse en el internado. Su madre ha recuperado su trabajo y está tan feliz que lo ha obligado a tolerar que pague su estadía hasta que vuelva a reintegrarse.

—Buen día.

—Hola, señor Jung.

—Creí que nunca volvería a verte, jovencito.

—También yo.

Tiene una nueva caja de zapatos, se pierde un par de minutos en los pasillos buscándola, pero al menos se encuentra satisfecho porque está más cerca del baño.

—¿Te perdiste, guapo? —pregunta una vocecita que ha olvidado que existe.

—Park Jimin —dice a modo de saludo.

—Hola, Min Yoongi.

Sin esperárselo, corresponde al abrazo que le rodea el cuello.






Lena lanza un chillido en medio del patio de la universidad y Yoongi se detiene en seco cuando se lanza encima de él. Kimma está a su lado con una sonrisa satisfecha.

Por un instante se arrepiente de todo lo que se ha perdido, pero también recuerda que comenzar desde cero es una de sus cosas favoritas en el mundo y que esto es el fruto de un largo proceso que agradece haber atravesado, aun si se ha tardado.

—Te extrañé tanto —le dice Lena—. No vuelvas a irte nunca.

—No lo haré.

—Promételo —insiste Kimma.

—Lo prometo.

La primera clase de Yoongi es con un maestro que no conoce, y como sabe a comenzar de cero, se siente satisfecho. Sus compañeros nuevos no le miran y nadie parece conocerlo, así que se mantiene tranquilo durante gran parte de la mañana.

Su tarde libre la pasa con Jimin, porque Lena y Kimma salen del internado junto a sus amigas. Le han ofrecido acompañarlas, pero no está preparado para rememorar algunas cosas que las calles de Byeol tienen con ellas aún.

Comprende que Jimin lo sabe todo y que está bien que lo sepa. No se lo menciona de todos modos, y como está acostumbrado, también habla mucho más que él así que escucha con gusto.

—Nam está trabajando en otra ciudad —le cuenta—. Pero Lena parece estar bien a pesar de la distancia.

—Lo sé —aclara Yoongi—. Aunque, créeme, no está tan bien como parece. Es muy cercana y muy sensible.

—Ah —se queja—, qué difícil se ha puesto todo. ¿No extrañas tu primer día? Recuerdo que Nam se me acercó porque ambos estábamos solos, y yo creí que era de primer año, pero no, sólo estaba solo, siempre fue así. Me costó conocerlo.

—Es difícil conocer a las personas.

—Sí, aprendí de eso contigo.

Yoongi lo empuja con su hombro, recibe una risita de vuelta.






Llama a Jungkook en la semana.

Gracias, Yoongi.

—Lo he hecho por mí.

¿De verdad?

—Sí, Jungkook.

No sabes cuánto me alegro de escuchar eso.

—Te visitaré en Navidad.

Te estaré esperando. Cuídate mucho.

—También tú.

Te quiero.

—Yo te quiero a ti.

—Yo te quiero a ti

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Astronómicamente Inexacto ♫ yoonseok. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora