Pov Makoto Naegi.
Tal y como me dijo Celes, yo fui a su departamento. Al ser un fin de semana, yo no tenía mucho para hacer. Toqué la puerta, y a los minutos la apostadora me abrió.
—¿Makoto?
—Hola, ¿llego en mal momento?
—No, tranquilo. Es sólo que no te esperaba tan temprano.
—Son las dos de la tarde...
Celes me miró extrañada, para luego sacar su celular del bolsillo de su falda y comprobarlo, sus ojos se abrieron ligeramente, parece que de verdad se pensó que era más temprano.
—Como vuela el tiempo... Adelante.
Sin decirme más, ella se adentró en su departamento y yo la seguí. Lo primero que vi al entrar, fue una sala prácticamente idéntica a la mía y a la de Kyouko, con la única diferencia que sobre la mesa había un montón de ropa y lo que parecía ser una maquina para coser. Observé con un poco más de detenimiento; Vestidos, camisas, sombreros, todo tenía un estilo antiguo.
—Es cierto, tú eras la encargada de hacer la ropa, ¿cierto?
—Sí, me pillaste algo ocupada.
—Lo lamento.
—No hay problema, es mi culpa por ponerme a hacer esto ahora.
Celes recogió todo el cumulo de ropa y telas, para llevárselas a su habitación. Se le veía algo cansada, por lo cual me preocupé.
—¿Estás bien?
—Sí, ¿por qué preguntas?
—Te ves fatigada, ¿no será demasiado trabajo para ti sola?
—¡Ja! —rio— Creo que olvidas algo, soy Celestia Ludenberg, esto no es nada.
Tras decir eso, trató de levantar la maquina de coser, al ver su expresión de esfuerzo, suspiré. Me acerqué a ella y la aparté, para levantar la máquina. Sin duda está cansada, ya que, si no lo estuviera, habría podido levantar esto.
—Gracias.
—No es nada, ¿cuánto llevas cosiendo?
—No lo sé, creo que empecé a las once.
—No deberías esforzarte de más.
—Eso significa mucho viniendo de alguien que se enfermó por eso.
Mi cara enrojeció y sonreí apenado.
—¿Kyouko te lo dijo?
—Sí.
Tras dejar todo en el cuarto de Celes, ya que no quería ser irrespetuoso, opté por no ver demasiado el dormitorio, simplemente dejé las cosas y salí. Ahora la sala sí se veía prácticamente igual a la de Kyouko.
—Usemos las sillas, parece que Grand Bois Cheri Ludenberg está ocupando el sofá.
—¿Quién?
Celestia simplemente apuntó con su dedo al sillón, y lo vi, un gato grande y gordo de pelo gris estaba acurrucado en uno de los cojines. Se veía muy tierno. Inconscientemente acerqué mi mano para acariciarlo.
—Te aconsejaría que no lo hagas, no deja que lo toquen.
Escuché tarde la advertencia de Celes, ya que al instante pude ver como esa adorable bola de pelos, comenzaba a gruñir y a sacar las garras, preparándose para arañarme.
—Sólo deja que yo lo acaricie, ni siquiera las chicas...
El animal olio mis dedos por un segundo, y luego acerco su cabeza. Así que comencé a acariciarlo, era realmente suave. No pude evitar enternecerme cuando el felino comenzó a ronronear, incluso me senté a su lado para poder acariciarlo mejor.
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Nuestro tiempo (Naegiri)
FanfictionTercera temporada de "Yo la Protegeré" Faltan casi cuatro meses para la llegada de febrero, en esa fecha Naegi y Kirigiri deberán ir a Ciudad Towa, pero de momento disfrutarán sus pequeñas "vacaciones". Nada de Enoshima ni de desesperación, sólo ell...