Pov Makoto Naegi.
Mi corazón latía a gran velocidad, mis sentidos estaban más alertas de lo normal, pudiendo escuchar casi a la perfección la mayoría de ruidos. Estaba realmente nervioso y mi agarre era bastante firme. Miré a Kyouko, la cual me asintió. Como hoy, ella vestía con su bikini, pero había dejado su sudadera para que no se manchara. Yo simplemente usaba unos shorts.
Salimos de nuestro escondite y apuntamos a Hagakure, para al instante apretar los gatillos. Dos manchas de color rojo aparecieron al instante en el pecho del adivino, quien nos miró con sorpresa.
—¿En serio? ¿De a dos?
—Silencio, estás muerto —le dijo mi novia.
El adivino suspiró y empezó a caminar a la gran fogata que habíamos hecho en la playa, lugar donde había que ir cuando "morías". Sentí pena por Hagakure, ya que el juego había empezado hace menos de diez minutos y ya lo habíamos matado.
Sin esperar, volvimos a los árboles, estar mucho tiempo al descubierto no era una buena idea, ya que cualquiera podría dispararnos desde la distancia. La playa no tenía lugares para escondernos, y el edificio estaba prohibido, así que debíamos movernos con cuidado por la zona tropical de la isla.
La respiración de Kyouko y la mía era bastante baja, no queríamos que nadie nos escuchara. Parece ser que, a pesar de ser un juego, nos estábamos tomando esto bastante en serio. Escuchamos varios sonidos de disparos, por lo cual nos escondimos enseguida. Fijamos nuestra vista en la zona de la playa, Oogami caminaba tranquila, Asahina en cambio se veía molesta, ambas estaban cubiertas de pintura.
—¡Son unos tramposos! —gritó molesta Asahina sin darse la vuelta.
Por lo que veo, parece que las habían emboscado. Tragué saliva. Éramos cuatro contra seis, y al parecer iban en grupo. Sin duda se estaban tomando esto en serio, al igual que nosotros.
Miré a Kyouko, ella tenía el ceño fruncido. Me miró por un segundo e hizo una seña con su mano, como diciéndome "Avancemos con cuidado". Asentí y empezamos a caminar entre la vegetación.
Ni siquiera podía sudar, mis sentidos estaban más agudizados de lo que creía posible. Kyouko me hizo una seña para que me detuviera y levantó su arma, dado a mi posición no podía ver a donde ella apuntaba, sólo vi que apuntaba detrás de mí. Me mantuve quieto y esperé, ella apretó el gatillo y la bola de pintura salió disparada.
—¡Ay!
Nos agachamos, estando literalmente con el pecho en el suelo.
—¡Le dieron a Fujisaki! —gritó Oowada, informándole al resto de sus compañeros.
Quedan cinco.
Aún en el piso, vimos como el programador se iba caminando fuera de la zona selvática, tenía una mancha de pintura justo en la parte trasera de su cabeza. Miré a Kyouko, quien estaba a unos metros de mí, ella no tenía piedad ni por el pobre Fujisaki.
—Te ves tan linda cuando disparas —declaré en voz baja.
Ella sonrió, pero llevó un dedo a sus labios, pidiéndome así que no hiciera ruido. Nos quedamos allí por un segundo, escuchando los pasos bruscos de los chicos, quienes nos estaban buscando.
Tal vez fuera por la luz de la luna, pero pude ver un singular brillo en medio de la oscuridad. No le tomó ni un segundo a mis ojos ver quien era el que estaba escondido, Byakuya, le apuntaba con una sonrisa a mi novia. Antes de que pudiera apretar el gatillo, me levanté y me arrojé delante de ella, permitiendo que la bola de pintura azul me diera en el pecho.
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Nuestro tiempo (Naegiri)
FanfictionTercera temporada de "Yo la Protegeré" Faltan casi cuatro meses para la llegada de febrero, en esa fecha Naegi y Kirigiri deberán ir a Ciudad Towa, pero de momento disfrutarán sus pequeñas "vacaciones". Nada de Enoshima ni de desesperación, sólo ell...