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Pov Makoto Naegi.

Nuestras vacaciones en la isla de Byakuya acabaron, Kyouko y yo estábamos una vez más en nuestro apartamento. Tratamos de disfrutar lo más que pudimos en aquella isla y, siendo sincero, evitamos pensar en Celes. Sé que tal vez es algo inmaduro por nuestra parte, pero no sabíamos qué más hacer, los tres habíamos acordado mantener distancia, al menos hasta que Celes ya no sintiera nada por mí.

—Levántate —pidió Kyouko.

—¿Qué?

—Nos vamos, levántate.

—¿Eh? ¿A dónde?

Ella simplemente se me acercó, me dio un beso y luego se apartó, ladeando la cabeza con una sonrisa. Entendí, ni me molesté en preguntar, simplemente me levanté del sofá y le seguí fuera. Juntos tuvimos que atravesar la plaza central hasta llegar al centro comercial de Kibougamine, admito que me emocioné un poco.

—¿Compraremos un perro? —pregunté, emocionado.

—Si Naegi va a tener un perro, yo también quiero uno —se quejó alguien, a unos metros detrás de mí.

Al voltear nos encontramos con Hinata y Nanami.

—Que coincidencia ver... —mis palabras y las de Hinata se detuvieron. Nos habíamos dado cuenta.

Lentamente giré a ver a Kyouko, la cual me miraba con una sonrisa. Hinata hizo lo mismo con Nanami. Mi brazo no tardó en ser capturado por mi novia, Hinata y yo nos vimos con la misma expresión vacía. Suspiramos. Momentos después estábamos siendo arrastrados dentro del centro comercial. No nos molestaba pasar tiempo juntos, pero cuando nos obligaban... Eso era diferente. Admito que estaba un poco temeroso, ya que la última vez que estuvimos los cuatro juntos, Hinata y yo terminamos escapando de nuestras novias.

Entramos a un local de comida, sólo para darnos cuenta que un dúo nos esperaba. En una de las mesas, estaban Kuzuryuu y Pekoyama, no tardamos en ser guiados hacia allá.

—Hola... —saludamos Hinata y yo.

—¿Ustedes también? —preguntó Kuzuryuu.

Sonreímos forzosos y tomamos asiento. Las chicas estaban sentadas de un lado de la mesa y nosotros del otro. Kuzuryuu a mi izquierda, Hinata a mi derecha, y, obviamente, yo en el medio. Cada uno tenía a su novia enfrente.

—¿Algo de lo que quieran quejarse? —preguntó Nanami.

Al escuchar aquello, no pude evitar encogerme de hombros, acordándome de lo de Celes, Kyouko sí tenía motivos para quejarse de mí. Ante mi reacción, Hinata y Kuzuryuu me miraron, pero yo sonreí de manera un tanto falsa.

—¿C-Cómo pasaron sus vacaciones? Escuché que fueron a una isla de Togami —Hinata intentó cambiar el tema, pero lamentablemente para mí el tema era casi el mismo.

—Bien, el lugar era agradable —respondió Kyouko—. ¿Ustedes qué hicieron?

—Sonia nos invitó a todos a Novoselic, fue increíble —contestó Nanami—. Recorrimos el lugar, jugamos en la playa y compramos un par de cosas.

Así estuvimos un rato, hablando sobre lo bien que la pasamos en vacaciones, como unos amigos poniéndose al día. Admito que no sabía de la amistad entre Pekoyama y Kyouko, pero no me sorprendió mucho, ya que como Kyouko hablaba bastante con Nanami, no debía de ser extraño que se hubiese vuelto amiga de más de una chica de la otra clase.

Dado que no queríamos estar todo el día en aquel local de comida, una vez pagamos, salimos de allí, para comenzar a recorrer el centro comercial. Nuestras novias iban en la delantera, mientras que nosotros nos limitábamos a charlar mientras caminábamos detrás de ellas.

Nuestro tiempo (Naegiri)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora