Pov Makoto Naegi.
Treinta y uno de diciembre.
Ayer había sido un día... Sé que no bese a Celes, pero casi lo hago, y a pesar de que ella dijo que se movería a último momento... No lo sé. Me siento culpable, asqueado, con un dolor en el estómago y un sabor amargo en la boca.
Apenas era mediodía, pero poco importaba. A diferencia de los otros días, hoy todos usábamos nuestra ropa usual. Pude ver a las chicas a la distancia, mi novia estaba con unos lentes de sol tomando una fría bebida, Asahina y Oogami estaban armando un castillo de arena, Fukawa sentada con Kyouko sobre aquella pequeña manta que habían puesto en la arena para no ensuciarse, y Celes estaba contemplando el mar.
Sentí como alguien ponía su brazo alrededor de mi hombro, abrazándome de lado. Al girar vi quien era, Oowada sonreía de manera amplia, detrás de él estaban el resto de chicos.
—¿Qué ocurre?
—Juega con nosotros.
Miré una vez más a los muchachos, Hagakure tenía un gran mazo de cartas de colores. Realmente no tenía nada que hacer, así que asentí. Nos dirigimos dentro del edificio y movimos los sillones, haciéndolos a un lado y únicamente agarrando una pequeña mesa. Nos sentamos en el suelo, todos alrededor de la mesita. Repartimos las cartas y comenzamos a jugar.
—Uno —dije a los minutos de empezar a jugar.
Mis amigos se empezaron a ver entre ellos, Oowada, quien estaba a mi lado, tiró un más cuatro, luego Byakuya, luego Yamada y así siguió hasta llegar a mí. No me quedo de otra que recoger veintiocho cartas.
—¿Y cómo la pasaste ayer? —preguntó de la nada Oowada mientras tiraba una carta a la mesa.
—¿Hm?
—Celes ha estado muy cariñosa contigo, así que asumimos que ustedes dos... —explicó Kuwata.
—Por supuesto que no.
—Hey, no te enojes. No decimos que esté bien, pero si tú...
—La situación fue bastante... rara, ¿ok? —me habló Oowada— Ustedes dos eran los únicos que no estaban, y que llegaran solos en medio de la noche, da para pensar...
—No te estamos culpando de nada, Celes es bastante linda y...
—Mira... sin pelos en la lengua. Somos más amigos tuyos que de Kirigiri, por no decir que nuestro trato con ella es casi nulo. Así que, si lo hiciste o no, da igual porque estaremos de tu lado, pero...
—Pero ayer... todos nosotros pensábamos que tú y Celes probablemente estaban haciendo algo, todos excepto las chicas.
—Kirigiri en ningún momento se enojó, ni siquiera se le pasó por la cabeza el pensar que tú podrías estar haciendo algo con Celes. ¿Entiendes lo que decimos? —me habló Oowada.
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Nuestro tiempo (Naegiri)
Fiksi PenggemarTercera temporada de "Yo la Protegeré" Faltan casi cuatro meses para la llegada de febrero, en esa fecha Naegi y Kirigiri deberán ir a Ciudad Towa, pero de momento disfrutarán sus pequeñas "vacaciones". Nada de Enoshima ni de desesperación, sólo ell...