20

1.2K 70 89
                                    

Pov Makoto Naegi.

Toqué la puerta del departamento, para que pocos segundos después ella me abriera la puerta. Se hizo a un lado y me dejó pasar, yo simplemente saludé, agradecí y me adentré al apartamento, para poco después ser interceptado por un gato, el cual saltó a mis brazos.

—Hola, Grand —saludé al animalito.

—Me sigue pareciendo raro que se haya encariñado tanto contigo, ¿llevas comida contigo o algo así?

—No, pero tal vez la próxima traiga algo, ¿qué le gusta?

—El gyoza, pero si le traes una lata de atún estará feliz.

Asentí y con el gato en brazos fui hacia el sofá, tal vez debería conseguir una mascota. ¿Qué le gustara más a Kyouko? ¿Los perros o los gatos?

—¿Listo para ensayar?

—¿No quieres que primero te ayude con la ropa?

—¿Eh? Como tú prefieras.

Ya que la tela y la maquina de coser de Celes ya estaba sobre la mesa, decidí que lo mejor sería primero ayudarla a hacer los trajes. Después de todo, era más cómodo para mí que actuar.

—¿Puedes sostener la tela negra?

Hice tal y como ella me dijo, agarré la larga tela y la estiré, ella procedió a marcarla para luego dejarla arriba de la mesa y cortarla un poco.

—¿Y para quién será este vestido?

—Para mí. Hasta ahora solamente tengo hecha la vestimenta de la nodriza.

—¿Para estas cosas no se toman medidas o algo?

—¿Eh? Sí, tuve que medir a Asahina. Luego tendré que medirte a ti, así que prepárate.

—Me refiero, ¿tú no tienes que medirte?

—O-Obviamente yo sé mis medidas, así que no hace falta que nadie me mida nada.

No le objete nada, pero me causó un poco de gracia que se haya puesto nerviosa por mi pregunta, así que me reí un poco.

—¿Hay algo que te sea gracioso, libro abierto? —cuestionó, mirándome ligeramente molesta.

—No, no es nada, Celes —reí.

—Ahora entiendo por qué hay veces en las que Kyouko te quiere golpear...

—Espera, ¿qué?

Celes no dijo nada, simplemente se limitó a cortar las telas.

—Em, ¿puedo preguntarte algo?

—¿Qué cosa?

—¿Qué dice Kyouko sobre mí?

—Sabes que no puedo decirte nada.

—Lo sé, pero... ¿Hay algo que le moleste?

Celes suspiró pesadamente.

—Eres un gran novio, dice mayormente cosas buenas de ti, te quiere como eres. Eso es todo lo que puedo decir, ¿te sirve?

—Gracias. Y gracias por cuidar de ella cuando estuvimos...

—¿Separados? No fue nada, es lo que hacen las amigas. ¿Y ella... te ha dicho algo sobre mí?

Sonreí, Celes trataba de sonar desinteresada, pero podía notar que quería saber la respuesta. Ciertamente Kyouko me ha hablado de muchas cosas, de sus amigas, de Jin, de Koichi.

—Sí, me ha dicho un par de cosas.

—¿Y puedes contármelas o...?

—Por suerte, yo no prometí guardar ese tipo de secretos. Ella me dijo que, entre todas las chicas, tú eres su mejor amiga. No sé cómo actuara contigo, pero sé que te quiere mucho.

Nuestro tiempo (Naegiri)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora