Nuestro tiempo (Naegiri)

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Pov Makoto Naegi.

Seis de diciembre.

La obra de teatro había sido un total triunfo para toda la clase, todos estábamos orgullosos de como lo hicimos. Y ahora, todos estábamos en el salón de clases. Koichi parecía notar que estábamos emocionados, pero era imposible no estarlo sabiendo que esta era nuestra última clase del año.

Todos mirábamos hipnotizados las manecillas del reloj sobre la pizarra, esperando, esperando y esperando. Al fin se movieron y el timbre de la escuela resonó por todo el edificio, aumentando nuestra emoción.

—¡Vacaciones! —gritaron mis amigos al unisonó, incluyéndome, lo sé, a veces somos tontos.

Sin esperar, mis amigos salieron corriendo fuera del aula. Yo consideré la idea de seguirlos, pero... sé que seguramente no tienen ningún plan y simplemente se fueron corriendo porque sí, así que opté por quedarme para hablar con ella.

—Celes, ¿estás libre hoy?

Mi pregunta claramente la había tomado desprevenida, pero sonrió ligeramente para luego mirarme.

—Sí, ¿por qué preguntas?

—Todavía te debo un té, ¿quieres ir a la cafetería del centro comercial?

Dirigí mi vista al grupo detrás de Celes, ellas me miraban extrañadas, supuse que tal vez era bastante extraño que de la nada invitara a Celes a tomar el té. Kyouko incluso tenía una especie de mueca en la cara, sin duda la situación pareció confundirla.

—Ustedes obviamente vendrán, ¿verdad? —pregunté.

—Yo tengo algo que hacer, la próxima tal vez —declaró Fukawa, despidiéndose y saliendo del aula.

—Nosotras tres si vamos —respondió Asahina.

Sonreí y me acerqué al grupo, sólo para poder tomar la mano de mi novia. Ella me seguía mirando con aquella extraña expresión, sin cambiar su expresión dirigió su atención a Celes.

La apostadora y yo nos miramos, para luego sonreírnos y asentir.

—¿Celosa? —preguntamos al unisonó.

—Sí, demasiado —respondió sarcástica.

Reímos, pero Kyouko simplemente chasqueó la lengua y miró hacia un costado. Era mi novia y la amo, así que tomé su mano, entrelazando mis dedos con los suyos y le di un pequeño beso en los labios.

—No estoy celosa.

—Lo sé, después de todo soy sólo tuyo, ¿recuerdas?

Ella sonrió y terminó por apretar más fuerte mi mano. Asahina y Oogami nos miraban felices como siempre, Celes en cambio... tenía una sonrisa algo débil, pero su expresión era triste. Al darse cuenta que la miraba, sonrió de una forma más acuerdo a ella.

—¿Y qué esperamos? —vociferó Asahina.

Salimos del aula al fin, era un alivio el saber que no tendríamos más clases hasta febrero, bueno, ellos, Kyouko y yo estaríamos en Ciudad Towa para esa fecha. No nos tomó mucho tiempo llegar al centro comercial, el camino se nos hizo muy corto entre charlas y Asahina quien parecía cantar una canción sobre donas.

Fuimos a una de las cafeterías, el lugar no estaba rebosando de gente, pero sí había unas cuantas personas. Por insistencia mía, pedí que me dejaran pagar, Oogami pidió un café con proteínas y un par de galletas, Celes su té, Asahina donas con té, mientras que Kyouko y yo ordenamos simplemente café.

Nos habíamos sentado en una de las mesas, yo estaba entre Kyouko y Celes, mientras que Asahina y Oogami estaban sentadas frente a nosotros.

—Gracias por invitar, Naegi —me agradeció Asahina.