ʙᴀʙʏꜱɪᴛᴛᴇʀ •ʜʜᴊ+ʏᴊɪ•

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— Así que...¿Innie y tú...? —Changbin sonrió ladino, haciendo sonrojar al menor.

— Decidimos tomarlo con calma. —Sonrió levemente, cerrando los ojos e inclinando ligeramente la cabeza hacia atrás, quedándose unos segundos en esa posición antes de retomar su postura y encarar a sus mayores.— Sabemos lo que sentimos el uno por el otro, y hacemos cosas que, ciertamente, los amigos no; pero no quisimos apresurarnos a oficializar una relación, así que... —Explicó, observando cómo los otros tres asentían.

Ya había transcurrido casi una semana desde la confesión entre él y Yang, la cual había marcado el inicio de una nueva etapa en su relación con el menor, la cual le otorgaba total libertad de besarlo y ser correspondido en el proceso; de abrazarlo por la espalda y recibir suaves caricias en su mejilla como respuesta; de escabullirse en su habitación en mitad de la noche, acostarse a su lado, cubrirse con las sábanas, y terminar en posición de cuchara con Jeongin entre sus brazos, brindándose calor mutuamente mientras, de vez en cuando, compartían cortos besos en medio de la total oscuridad en la habitación. Y estaba sumamente feliz por poder compartir ese tipo de momentos con él.

— ¡Jinnie Hyung!

Una enorme sonrisa tomó posesión de sus labios al escuchar la alegría en la voz del menor, mientras las rápidas pisadas ajenas se acercaban cada vez más hasta él, y no pudo evitar soltar suaves risitas cuando aquellos delgados brazos rodearon su cuello por detrás mientras su mejilla izquierda recibía los mil y un besos que Yang le otorgaba.

— Actúan como si no se hubiesen visto en meses, y sólo se separaron porque Jeongin nos acompañó al baño. —Seungmin frunció el ceño, provocando que todos, a excepción de la melosa pareja, rieran por su comentario y mueca. Los aludidos continuaron en su mundo, siendo ajenos al comentario de Kim.

— ¿Yuta Hyung y tú nunca fueron así? —Preguntó Jisung con una sonrisa sugerente, observando cómo el menor cerraba los ojos mientras sus orejas adquirían un suave color rojizo.

— Ambos tenemos formas diferentes de mostrarnos cariño... —Murmuró, empezando a comer tras haber decidido que lo mejor sería no entrar en detalles con Han.

El extenso grupo de amigos disfrutó de un almuerzo lleno de pláticas amenas y bromas entre sí, comenzando la planificación de su próxima salida o viaje para fin de año, tomando en cuenta las propuestas de Johnny y Taeyong, quienes se habían integrado al grupo con una facilidad impresionante.

Todos terminaron por despedirse al cabo de un par de horas, cuando el sol comenzaba a ponerse y la temperatura empezaba a disminuir, dándole paso a una suave llovizna que no hizo más que crear el escenario perfecto para Hwang y Yang.

— ¿Quieres que ordenemos una pizza y veamos el último capítulo de Tokyo Revengers? Así dejamos que Chungha se canse un poco más antes de su baño y hora de dormir. —Propuso un sonriente Hwang, recibiendo otro beso sobre sus enrojecidos labios.

— Me parece bien, Jinnie. —Asintió el menor, colocando una de sus manos sobre la que el pelinegro llevaba sobre su muslo izquierdo, el cual acariciaba y, ocasionalmente, apretaba suavemente, siendo completamente ajeno al tipo de sensaciones que aquello desencadenaba en el rubio.

...

Hyunjin había terminado llorando tras ver el último capítulo que habían actualizado de aquél anime que tan viciados los tenía, terminando por tomar a Chungha en brazos y decir que sería él quien se encargaría de llevar a cabo la rutina de noche de la bebé; y Yang no pudo evitar soltar una corta carcajada cuando escuchó que el mayor colocaba su playlist para cuando necesitaba llorar.

De repente, la sensación de la mano contraria estrujando su muslo regresó a su memoria, provocando que cerrara los ojos y respirara hondo, buscando calmar el repentino calor que tomó posesión de su rostro, y del ligero conquilleo en su vientre.