18

4.4K 585 170
                                    

Jisung observó cómo la gran mano del estadounidense envolvió suavemente la pequeña y delicada de Lee antes de que ambos se adentraran un poco más en el local, y se mantuvo siguiéndolos con la mirada; soltando una pequeña risilla cuando Minho se volteó disimuladamente hacia él y le lanzó un beso mientras le guiñaba un ojo, recibiendo como respuesta un suave asentimiento y un pulgar hacia arriba por parte de Han.

Soltando un suspiro, se deshizo momentáneamente de la gorra negra que había decidido utilizar aquél día y, con una de sus manos, despeinó su rubia cabellera mientras paseaba su mirada superficialmente por todas las personas sentadas por ahí, y sintiendo como su corazón se detenía momentáneamente al distinguir al chico por el cual había estado suspirando los últimos meses; pues aquella cabellera rojiza, esas delgadas y venosas manos, más aquella mandíbula afilada y esos ojos que poseían cierto brillo de curiosidad por todo lo que le rodeaba, eran detalles que, simplemente, jamás podrían pasar desapercibidos para él.

Cerró momentáneamente los ojos y respiró hondo, soltando el aire a través de la boca mientras obligaba a su corazón a calmarse, y reunía coraje antes de finalmente comenzar a caminar hacia el contrario, quien posó su mirada sobre él y sonrió brillantemente al tenerlo en frente.

- Hola, Sunggie. -Rió suavemente al notar el suave color rojizo que decoraba las mejillas del menor, mas se guardó para sí mismo cualquier comentario que en algún momento pensó hacer, y tomó con delicadeza las manos contrarias para después depositar un casto beso sobre sus nudillos.- ¿Viniste solo?

- Yo... -Carraspeó suavemente para deshacer el nudo que se había formado en su garganta ante las tiernas acciones del contrario hacia su persona, a la vez que el sonrojo en su rostro se intesificaba un poco más. ¿Cómo era posible que aquél chico lo desestabilizara de esa forma?- No, Hyung, no vine solo. Traje a Minho para que pudiera comer algo un poco más elaborado, y de paso estar en un ambiente bonito; pero se encontró con Johnny en la entrada y...bueno, quedé un poco en el olvido. -Soltó una suave risilla mientras, inconscientemente, afianzaba un poco más el agarre entre sus manos.- ¿Puedo sentarme contigo?

- Me ofendería que no lo hicieras. -Respondió mientras su sonrisa se ensanchaba, siguiendo con la mirada los movimientos del contrario hasta que finalmente lo tuvo sentado frente a él. El contacto entre sus manos no se disolvió en ningún momento, pero tampoco le dieron demasiada importancia. O tal vez, sólo tal vez, no dijeron nada únicamente para no darle al contrario una razón para acabar con aquél firme pero delicado toque que los mantenía unidos entre sí.

El silencio se formó entre ambos a partir de ese momento. Las sonrisas tímidas, los leves sonrojos, el brillo en ambos pares de ojos, más las suaves caricias y tiernos jugueteos entre sus dedos, expresaban todo lo que ellos no decían directamente.

Y Jisung podía jurar que, de no haber estado en público, se hubiese puesto a llorar al notar como el pelirrojo lo observaba como quien admira su posesión más preciada.

Y Jisung podía jurar que, de no haber estado en público, se hubiese puesto a llorar al notar como el pelirrojo lo observaba como quien admira su posesión más preciada

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Hyunjin cerró suavemente la puerta del cuarto de la menor una vez estuvo cien por ciento seguro de que la pequeña no despertaría hasta dentro de unas horas. Soltando un suspiro, bajó las gradas a base de pequeños saltitos y luego siguió su camino hasta llegar al salón principal, donde Jeongin lo esperaba para ambos ver una película juntos. Caminó hacia el menor y tomó asiento junto a él en el sillón de tres plazas, recostado su cabeza en la parte superior del respaldo de aquél mueble, y soltando otro suave suspiro mientras cerraba los ojos.

— ¿Estás cansado, Hyung? —Puchereó levemente y posó su mirada sobre el pacífico semblante del mayor, sacudiendo ligeramente la cabeza cuando se encontró a sí mismo interesándose de más en los pequeños lunares que decoraban aquella suave piel. Lo observó negar.— ¿Qué sucede, entonces?

— Sólo...estoy tranquilo. —Sonrió sin mostrar los dientes, a la vez que abría lentamente los ojos y conectaba miradas con el menor, quien lo observaba con curiosidad.— Tuve un buen día, Innie: pasé un rato muy agradable con los chicos y contigo, Chungha casi no lloró y, encima, Sunggie nos contó que finalmente logró hacer que Minho Hyung saliera de casa. —Rió suave mientras adquiría una mejor posición.— Dios. Tenía muchísimo tiempo de no sentirme de esta manera, Innie...

El rubio asintió lentamente mientras una pequeña sonrisa decoraba sus labios, aún sin dejar de observar al mayor; quien miraba fijamente el blanquecino techo sobre ellos y se dedicaba a tararear una alegre cancion.

Jeongin llevaba un tiempo encontrándose a sí mismo muy encimismado en el mayor de vez en cuando. No importaba qué fuese lo que el contrario estuviese haciendo, pues hasta el más simple y bobo de los actos, parecía ser digno de poseer la admiración de Jeongin.

¿Qué estaba sucediéndole?

Recordaba perfectamente la manera en la que su corazón se había acelerado aquella vez en la que cayó accidentalmente sobre Hwang, la manera en la que se sintió desmayar al ser consciente de la cercanía entre sus labios, y la forma en la que el tonto deseo de besarlo había atacado su mente con una insistencia increíble, mas no se permitió ceder.

Creyó que aquello era algo pasajero, que era una simple atracción ante la belleza del contrario y que con el paso de los días, esa sensación desaparecería de su mente. Sin embargo, ya habían pasado algunos meses y aquella curiosidad se hacía cada vez más y más fuerte, y es que, ¿Cómo no? ¿Cómo se podía pasar por alto alguien como Hwang Hyunjin? ¿Cómo se podía ignorar la forma en la que sus ojos se cerraban a manera de crear dos medias lunas cada que él sonreía? ¿Cómo era posible no disfrutar su melodiosa voz al cantar? ¿Cómo podía recibir sus atenciones y no desear más? ¿Cómo...?

— ¿Cómo es posible no enamorarse de ti, Hyung? —Susurró, abriendo los ojos de forma exagerada al darse cuenta de lo encimismado que había estado en sus pensamientos como para atreverse hablar sin siquiera pensar.

Los ojos del contrario se posaron nuevamente sobre él y una de sus cejas se arqueó, demostrando tanto curiosidad, como confusión.

Y Jeongin se sintió desmayar.

ʙᴀʙʏꜱɪᴛᴛᴇʀ •ʜʜᴊ+ʏᴊɪ•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora