ʙᴀʙʏꜱɪᴛᴛᴇʀ •ʜʜᴊ+ʏᴊɪ•

14

Tras aquél escupitajo, y un fuerte puñetazo que lo hizo caer al suelo, Bang había perdido todo rastro de la sonrisa cargada de diversión que en algún momento llegó a mostrar; quedando una mueca de dolor y un ceño fruncido en su lugar. Por otro lado estaba Jeongin, quien mantenía agachada la cabeza a manera de que sus cristalinos ojos y su enrojecido e hinchado rostro quedaran fuera del campo de visión de aquél al que el mundo parecía estársele cayendo encima al encarar el final de su falso, pero muy valioso amor.

- Minho Hyung... -Hwang llamó en un suave tono de voz tras haberse acercado a su tembloroso mayor con Jisung a su lado, escuchando el bajo y débil sollozo que Minho soltó antes de darse media vuelta para encararlos, y fue ahí cuando todo lo que en algún momento pensó decir, quedó en el olvido al ver lo destrozado que se miraba Lee en medio de aquél silencioso pero fuerte llanto: sus ojos estaban fuertemente cerrados mientras las lágrimas resbalaban como cascadas a lo largo de sus enrojecidas mejillas; sus labios se mostraban rojos e hinchados al estar siendo fuertemente apretados entre ellos de vez en cuando para callar sus sollozos y hipidos, lo cual le dificultaba respirar y provocaba que tosiera cada cierta cantidad de tiempo; sus manos estaban cerradas en puños y su cuerpo temblaba como si de gelatina se tratara, mostrando una imagen de Lee Minho que nadie había visto jamás.

- Chicos...sólo quiero ir a casa...por favor, sólo llévenme a casa... -Habló en un débil tono de voz, cubriendo su rostro con las palmas de sus manos a la vez que sus piernas perdían cualquier rastro de fuerza y él caía de rodillas al piso, siendo rápidamente levantado y cargado por Jisung, quien dejó un casto beso en su frente y le dirigió una rápida mirada a Hwang, antes de darse media vuelta y comenzar a caminar hacia la salida del aeropuerto.

Christopher, mientras aquella escena se desarrollaba entre los otros tres, se levantó del suelo y caminó hacia Jeongin, depositando un último beso sobre su hombro derecho antes de finalmente irse de ahí, a lo que el menor se encogió en su propio lugar tras aquél desagradable contacto y terminó de cuclillas en el suelo, estando únicamente en compañía de Hwang, quien lo miraba con lástima desde una distancia un poco más corta.

- Hyung...l-le juro que yo no sabía nada al respecto...é-el...y-yo...yo no lo sabía, Hyung...¡Y-Yo no lo sabía! -Sollozó fuertemente, cubriendo su rostro con las palmas de sus manos mientras su llanto se hacía aún más pesado que antes, llamando la atención de más de una de las personas que pasaba cerca de ellos en aquél momento.

Negando suavemente, el mayor se acercó con paso decidido y se colocó de rodillas frente a él, abrazándolo con fuerza a la vez que el menor apartaba las manos de su rostro y pasaba sus brazos alrededor del cuello contrario, escondiéndose en aquél cálido lugar entre su barbilla y su pecho mientras las grandes y cálidas manos ajenas se deslizaban de arriba hacia abajo en su espalda, proporcionando delicadas caricias que intentaban brindarle un poco de comfort en medio de aquella desgarradora situación. Yang hacía todo lo posible para intentar convencerse a sí mismo de que aquello no estaba sucediendo, queriendo obligarse a pensar que él aún estaba en Australia caminando de la mano con su novio mientras se profesaban un amor puro y sincero, y que aquello era sólo un mal sueño; pero las caricias en su espalda y el sonido de su propio llanto retumbando en sus oídos, le confirmaban que aquella era su realidad; y lo hacían de la forma más dolorosa posible.

- S-Se lo juro, Hyung...por favor, por favor créame, ¿Si? Y-Yo no lo sabía, Chris-Christopher... -Bulbuceó, deteniéndose repentinamente ante una enorme necesidad de toser por la escasez de oxígeno entre los sollozos, hipidos, y aquellos balbuceos desesperados en los que intentaba explicar su posición. Hwang negó.

- Te creo, Innie... -Cerró momentáneamente sus ojos, llevando una de sus manos hacia la cabellera contraria para depositar caricias en ella, mientras la otra mano que hasta el momento había estado acariciando su espalda, ahora daba suaves palmaditas en el centro de la misma.- Te creo, ¿Si? Pero ahora mismo necesito que respires, te pongas de pie, y vayamos a mi auto. Te llevaré a casa.

- N-No... -Respondió con dificultad en un susurro, sorbiendo su nariz y sintiendo la mirada del contrario fija en él.- Usted vino con ellos, y no quiero que Minho Hyung se sienta aún peor al tener que compartir horas de trayecto con...c-con la persona con quien le fueron infiel. No quiero hacerle eso...él no merece eso...él no merecía esto... -Negó, a la vez que más lágrimas escapaban con mayor insistencia por el rabillo de sus ojos.

Hyunjin mantuvo su mirada fija en aquél rostro, analizándolo: aquellos labios que siempre mostraban una sonrisa, ahora estaban rojos, temblorosos e hinchados; aquél siempre pálido rostro, ahora poseía un fuerte color carmín que se había extendido hasta sus orejas, mientras algunas gotas de sudor decoraban su frente y otras resbalaban por los costados, acabando por mezclarse con sus lágrimas al momento de llegar a sus mejillas; y aquellos ojos, esos que siempre se mostraban entrecerrados al acompañar una enorme sonrisa, ahora estaban fuertemente cerrados mientras las lágrimas desbordaban de ellos. Definitivamente no le gustaba ver a Jeongin así.

- Innie... -Su celular vibró en uno de los bolsillos de su pantalón, por lo que hizo una pequeña mueca antes de abrazar al menor con un poco más de fuerza, dejar de acariciar su cabello, y utilizar esa mano para sacar su celular y leer la secuencia de mensajes que Jisung le había enviado.

↳ Sunggie

Hyung...tomamos un Uber
12:54

Minho Hyung en serio está muy mal, así que lo llevaré a mi departamento y me encargaré de cuidarlo, ¿Okay?
12:54

Tú encárgate de Innie. Sé muy bien que él no es el malo aquí, y Minho Hyung también lo sabe, pero obviamente no está en condiciones de hablar al respecto
12:56

Con una pequeña mueca en sus labios, guardó su celular nuevamente y pasó su brazo izquierdo por debajo del dobles de las rodillas contrarias, afirmando bien su agarre antes de ponerse de pie mientras cargaba a Jeongin al estilo nupcial; recibiendo una mirada extrañada y un puchero por parte del menor.

- Vamos a casa, Innie... -Sonrió mínimamente, no recibiendo mayor respuesta además de un suave asentimiento de cabeza por parte del chico que escondió su rostro en el espacio entre su cuello y su hombro.