MIENTRAS BAILAS

¿Amigos?

A veces pienso en si realmente hice bien en alejarme de mi familia, es decir, mi tía Susan y mi tío Patrick. Ellos eran mi segundo hogar, pero no los he vuelto a ver desde el funeral. Hace 2 años.

Quien diría que los volvería a ver en una ciudad qué no les gustaba por el tráfico.

-¡Olivia!

Reconocí la voz de la tía Susan.

Giré a verla y le sonreí un poco.

-¡Dios mio pero que grande estas! -se acercó y me dio un apretado abrazo.

Estaba igual de radiante qué siempre, con sus suéteres grandes y su cabello corto hasta el cuello.

Reocrdar el como eramos de unidos todos como la gran familia qué eramos era doloroso así que trataba de alejarlos. No mostrar tanto cariño era lo que últimamente solía hacer.

-Tía Susan -sonreí un poco.

-Patrick y yo te habíamos estado intentando contactar pero no pudimos ¿Qué sucedió?

Pensé en que respuesta era menos hiriente, después de todo aún los estimaba.

Daniel quien casi entraba al restaurante dio la vuelta al ver que me había entretenido.

-El trabajo me ha tenido muy ocupada -mencioné mientras veía a Daniel llegar junto a mí -Justo ahorita mi amigo y yo debemos ir por unos libretos qué olvidamos en el set de grabación. Fue un gusto volver a verla, pero debemos irnos.

Mi tía estaba desconcertada mientras veía como tomaba a Daniel que estaba igual de desconcertado qué ella del brazo para volver al auto.

-¡Espera! Dame tu número para poder contactarte, Cariño. Estaremos unos días en la ciudad y después volveremos a Northville, Patrick vino por negocios.

Lo pensé un momento hasta que asentí y le escribí mi numero en su teléfono.

-Es ese, fue un gusto verte - mencioné mientras jalaba a Daniel de nuevo al auto qué por sorpresa no protestó, aun así le pareció extraño -. ¡Nos vemos tía Susan!

Ver a mi tía después de tanto tiempo despertó emoción y miedo al mismo tiempo, no sabia si ya estaba lista para verlos a todos.

Subimos al auto y Daniel solo se dispuso a conducir, claro que no tardó en preguntar.

-Ella... -su nerviosismo era notorio, giré hacia el -¿Es familia tuya?

-Mi tía.

-¿Por qué no te quedaste a charlar? Se notaba qué no se veían hace tiempo.

Eso me dio a pensar una cosa.

¿Estoy pensando en voz alta?

No supe contestar, así que antes de que hiciera otra pregunta cambié la conversación.

-Tengo varios teléfonos de restaurantes coreanos, podemos pedir comida para que después me devuelvas mi auto.

-Esta bien.

Tenía confusión por mi actitud pero sinceramente no tenia ganas de aclarar las cosas. Decir como me siento a veces se vuelve tedioso.

Ese sentimiento de cansancio por contar lo mismo y que no sepan entenderte era insoportable, así que limitaba mis sentimientos.

Sé que el accidente pasó hace mucho tiempo, que debo sanar y seguir con mi vida, pero ¿Como le dices eso a alguien que perdió a los seres qué más amaba?

Si a veces sentía felicidad, creía que no la merecía. Si intentaban acercarse a mí, los alejaba.

Amar a alguien era mi peor miedo, porque al amar entregas tu corazón por completo, y cuando este se va se lo lleva con el. Ya no quería volver a sentir eso.