Lo Mejor Para Ti

30 6 1
                                    

Cada vez entendía menos lo que pasaba. Ese señor tendría que estar chiflado para hacer todo esto. Seguía sin entender cual era su propósito.

-Esto se está volviendo peligroso para ti, Oli. Debes regresar -Marta se notaba desesperada.

Se alejó de mi y prendió un estéreo qué tenía el volumen alto.

-No entiendo nada, ¿por que haría todo esto si apenas me conoce?

Marta sonrió sarcásticamente.

-Cariño, he visto que siempre quieren explicaciones de porque el es un imbecil. No necesita motivos para serlo -camino unos pasos hacia atrás y luego volvió pensativa-. O tal vez si.

Su actitud me confundía.

-¿A que te refieres?

-Querida, ¿Ya has hablado con el?

Asentí.

-¿Por que no me lo has contado? ¿Cuando fue eso?

-Fue ayer, en su despacho.

-Bien, ¿y que te dijo?

-Me pidió que te convenciera de quedarte, a cambio me daría lo que sea.

-Realmente es un imbecil -soltó con coraje-. ¿Y tú? ¿Qué le respondiste?

-Bueno, que no podía hacerlo.

Marta se lo pensó.

-Esta conversación es muy normal, ¿no le dijiste algo que lo hiciera enfadar?

Lo pensé unos segundos hasta que...

-Creo que pude haber dicho algo que lo hiciera enojar. Pero el habló de mi familia tan... Me molestó su actitud.

-Olivia, ¿qué le dijiste?

-Qué si creía que puede controlar todo, es porque no me había conocido antes -me mordí el labio al ver que Marta hizo una cara como si dijera "¿Te has dado cuenta de lo que has hecho?"

-Lo retaste en su propio despacho, Olivia.

-No entiendo, ¿Por que se engranaria tanto solo por eso?

-Por que no soporta qué lo contradigan personas ajenas a él. Es demasiado controlador qué estoy segura que hará lo que sea para que te vayas. Y yo también.

-¿Qué? No me puedo ir ahora, no puedo dejarlos solos.

-Lamento haberte arrastrado a esto, no pensé que se tornaria tan oscuro.

-Marta, no puedo simplemente irme y dejarlos aquí.

-Pero eso es lo que harás, no quiero pensar hasta donde es capaz de llegar por obtener lo que quiere -se talló el rostro -. Incluso si debo quedarme con el para que los deje en paz, lo haré.

-¿Qué? Claro que no, Daniel y Elizabeth jamás aceptarían esto. Y yo tampoco.

***
No fui a la habitación de Daniel, tenía tantas cosas en la cabeza como para pensar en cualquier otra cosa. Daniel quería que me fuera en dos días, pero Marta me reservó un vuelo para esta tarde, insistía en que era peligroso para mí.

Elizabeth me llevó al aeropuerto, lo mejor era no despedirme de nadie. Insistí en quedarme pero no me lo permitieron. La razón tan grande por la qué sé quedaba Daniel, el propósito oscuro de Rupert, el futuro de Marta y el trabajo de Elizabeth. Debía dejarlos resolver este problema, por más que me fastidiara la idea. A veces la mejor ayuda qué alguien puede recibir, es dejando que lo arreglen solos.

MIENTRAS BAILAS Donde viven las historias. Descúbrelo ahora