MIENTRAS BAILAS

Una Cena Para Recordar

Antes de comenzar con la lectura debo decirles que este episodio contiene escenas un poco explícitas. Es de mis primeras veces haciéndolo, así que espero su comprensión, y espero les guste.

***

Cuando vi por el retrovisor, estaba la botella en los asientos traseros, aquella qué me habían regalado. Esto me traía recuerdos de aquella noche en la qué mi vida cambió.

Llegué a mi antigua casa horas después de anochecer. Nunca me deshice de las llaves siempre las llevaba conmigo. Con el corazón hecho trizas, me acerqué hacia la puerta, trayendo conmigo recuerdos de cuando solía ser inmensamente feliz sin darme cuenta.

Sentí como si nunca hubiera avanzado nada, como si todos mis pasos solo me hubieran llevado de nuevo al principio.

Abrí la puerta y prendí las luces de la entrada. Cuando comenzó a iluminarse, los muebles tapados y la suciedad del lugar se hizo presente. Nada estaba fuera de lugar, excepto el cuadro familiar. Ese lo tenía en mi habitación, aquel día que decidí mudarme, fue lo único que pude llevarme.

Comencé a subir escaleras arriba, rozando la pared con mis dedos mientras miraba los retratos colgados. La habitación de ronnie, la más pequeña, tenía pintura embarrada en sus paredes. Sus juguetes seguían en su baúl, llenos de polvo y telarañas. Sentí un nudo en la garganta al ver una foto que yo le había tomado en su cumpleaños colgada en la pared. Nunca le había gustado pero lo obligué a ponerla.

Caminé hacia la habitación de Rose Camille, sus sábanas azules seguían ahí, adornando su habitación qué era completamente azul.

La habitación de mis padres tenían los instrumentos viejos de papá y el armario lleno de ropa de baile de mamá.

Cerré los ojos un momento para recordar sus risas, sus gritos, sus pasos, sus movimientos. Sentir como corría Ronnie por toda la casa cuando no tenia más que hacer. Sentir cuando Rose Camille venía a mostrarles la invitación sobre su recital. Como todos se sentaban en el suelo de la habitación para platicar, aun cuando estaba la sala o la mesa.

¿Cómo fue qué perdí todo en un instante? Creí que había superado esto, pero, la verdad es que esto jamás se supera. Aún cuando crees que todo esta bien, llegan los recuerdos donde te das cuenta que podría estar mejor.

Saber que aun tenias mucho amor qué demostrarles, solo te hunde más.

Comencé a inclinar me hasta terminar en el suelo, sintiendo como formaba parte de aquel círculo familiar qué jamás volvería a formarse.

***
Mis ojos comenzaron a abrirse lentamente. Estiré mis brazos un poco para darme cuenta de que estaba en el suelo de la habitación.

Volví hacia la cocina y me senté frente al gran ventanal admirando el jardín qué después de todo, seguía con vida. Prendí mi teléfono para checar mensajes. Tenía uno de Michelle.

—Sé donde estas, pero no iré a buscarte a menos que me lo pidas. Solo quería decirte que si te sientes mejor, recuerda que aquí hay alguien que te necesitará esta noche en una incomoda cena familiar.

Cuando alguien comprende tu situación, sabe que a veces lo mejor es dejarte un tiempo a solas para asimilar las cosas. Daniel y Michelle lo entendían sin tener que explicarlo, eso me hacía sentir afortunada.

Tomé un respiro fuerte.

—Los amaré siempre, lo saben, ¿verdad?

Volví a mirar la casa una vez más, y salí de ahí. Esta vez, con una especie de medicina para el corazón qué logró calmar la tormenta qué llevaba.