Una Cena Para Recordar Pt. 2

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Eramos cuatro adultos con la mente de un solo niño intentando arruinar algo que probablemente terminaría peor para nosotros. ¿Nos importaba? Tal vez, pero fingimos demencia mientras tomábamos de aquella botella qué me habían regalado.

-¿Cuanto tiempo nos queda? -pregunté dándole un sorbo a la botella.

-Cuarenta minutos, ellos aman la puntualidad -dijo Elizabeth arrebatandome la botella.

-Entonces deberíamos apresurarnos -añadió Michelle quitándole la botella Elizabeth y dándole un trago muy largo.

Se acercó hacia el estéreo y lo prendió.

Comenzó a sonar "Hard times de Paramore".

Michelle se encargó de que esta sonara por toda la sala mientras Daniel me tomaba de la cintura y comenzamos a bailar como si no tuviéramos idea de lo estábamos haciendo. Elizabeth y Michelle estaban igual, hasta que hicieron un paso bastante original qué nos dejó sorprendidos.

Observé a Daniel y el me observó a mí. Ambos habíamos pensado lo mismo, parecía una competencia.

Fue entonces que sonrió y asintió. Me alejé un poco y salté sobre el pata hacer la iconica parte de "dirty dancing" donde el chico levantaba a la chica con ambos brazos. Cuando lo logramos se vio perfecto, pero los brazos de Daniel comenzaron a temblar.

***
-¿Enserio peso tanto? -le pregunté a Daniel mientras Michelle y Elizabeth estaban en los asientos traseros de mi auto -. No puedo creerlo, hubiera sido mejor que yo te cargará a ti

-A esta edad ya deberías aprender a no confiar en la gente ebria -dijo sonriendome.

-Debimos pedir taxi -mencionó Michelle -. Debes estar pasada de copas.

-Estoy bien -añadí -. Además, hemos llegado.

Comenzaron a voltear sorprendidos.

-Bobos -añadí entre risas saliendo del auto y alistándome el vestido.

Di la vuelta para ayudar a Daniel a bajarse, estaba totalmente ebrio.

Michelle y Elizabeth apenas y podían caminar.

Llegamos hacia la entrada donde nos indicaron donde quedaba ubicada la cena. Caminamos un poco por un largo pasillo entre risas y pasos descordinados hasta abrir una puerta donde se encontraban todos sentados comiendo. Al parecer ya había iniciado. El brazo de Daniel se apoyaba en mi para poder mantenerse recto.

-Llegan tarde -espeta Rupert aún con los ojos puestos en su filete.

-¡Lizzy! -se acerca Marta hacia nosotros -. ¿Se escuentran bien?

-¡Abuela! -Daniel se acerca y le da un beso en cada mejilla -. Mi sei mancato, non ti vedo da molto tempo.

Giré sorprendida hacia el hasta recordar que el hablaba italiano a la perfección.

-También te extrañé querido. Ve a sentarte -le dice Marta -. No se que pretenden, pero están logrando su cometido.

Marta giño un ojo convirtiendose en nuestra cómplice.

Daniel estaba apunto de dirigirse hacia la mesa cuando una chica rubia, esbelta y de largas piernas se acerca.

-¡Oh por dios! Dejame ayudarte Dan.

¿Dan?

-Supongo que ustedes ya se van -dijo Rupert.

-Pero si apenas acabamos de llegar -dice Michelle mientras toma asiento, Elizabeth se sienta junto a ella mientras Sam y su padre solo las observan.

MIENTRAS BAILAS Donde viven las historias. Descúbrelo ahora