— ¿Daniela? ¿Quién es Daniela? — pregunta desde la otra línea.
Suspiro ruidosamente y volteo los ojos por quinta vez desde que ha empezado la conversación. Aunque no es una conversación, más bien es un monólogo de él solo diciendo tonterías.
Va jodidamente ebrio.
— No me suena de nada ninguna Daniela — se ríe.
Me despego el movil de la oreja y veo que ya llevamos diez minutos de llamada. Diez minutos perdidos.
— Damiano, escúchame — le pido.
No responde.
Solo escucho sus pasos como si estuviera subiendo unas escaleras. Sus zapatos resuenan contra los escalones a cada paso que da.
Y luego escucho que abre una puerta. Se mantiene en silencio en todo momento.
— Damiano — lo llamo.
Se escucha una especie de golpe. Como si se hubiera chocado con algo.
— Me cago en la puta — murmura entre dientes.
— ¿Te has hecho daño?
— Comparado con el que me haces tú, esto no ha sido nada.
Vaya. Qué golpe bajo.
— Oye, yo no te hago daño — le digo.
— Tienes razón. Me lo hago yo mismo pensando que alguien como tú querría estar con alguien como yo.
Dios, ahora se está poniendo intenso y melancólico.
Creo que ahora está cogiendo algo y parece estar bebiendo.
— Deberías dejar de beber — le aconsejo.
— Oblígame.
Hasta borracho sigue siendo un tozudo.
— No vas a llegar a ninguna parte con el alcohol.
— No pretendo llegar a ninguna parte — contesta aburrido.
Me paso una mano por el pelo. Hablar con el Damiano sobrio ya es complicado. Pero hablar con el ebrio es prácticamente imposible.
— Damiano, tienes que volver. Los chicos te están esperando. Eurovisión es en apenas unas semanas.
— Me importa una mierda Eurovisión.
Le da un largo trago a lo que sea que esté bebiendo. Logro oírlo desde aquí.
— Sabes que no es verdad. Eso te importa.
Suelta un suspiro.
Sigo intentando convencerlo para que vuelva. Pero no consigo resultados. Se está cerrando en banda. Y parece que esté hablando sola, porque apenas me responde, y si lo hace es con palabras intangibles que ni siquiera se entienden debido a su evidente estado.
Me va a tocar cambiar de estrategia. A ver si así consigo algo.
— Te quiero — le digo.
— ¿Qué? — responde rápidamente.
¿Ahora sí que responde, no?
Esa pregunta la ha dicho bastante bien. Se le ha entendido a la perfección. Juraría que le he quitado la borrachera que llevaba encima con solo dos palabras.
— ¿Puedes repetir eso, por favor? — su voz derrocha sorpresa.
— Claro — accedo — He dicho que te quiero...— alargo un poco la "o" — Te quiero ver mañana aquí a primera hora para ensayar con la banda. Con tu banda.
![](https://img.wattpad.com/cover/282167489-288-k973269.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Me enamoré del Diablo {Damiano David}
RomanceDolor. Rabia. Ira. Todo eso fue lo que sentí aquella tarde en Roma. Pero de eso ya hace cuatro años, cuatro años desde la última vez que lo vi. Jamás pensé que nuestros caminos se volverían a cruzar otra vez. Hasta ahora... || #1 Damiano || 25/08/2...