DANIELA
If you wanna love her
Just deal with that
She'll never love you
More than money and cigarettes
Every night's a heartbreak...— Yo creo que a mi jefe le pongo — me dice Carla mientras mira con atención el mostrador de la heladería. Enseguida llega a sus oídos la música que se escucha de fondo a través de los altavoces del establecimiento y levanta la vista.
Me da una mirada cómplice. Luego mira a uno de los empleados y le hace un gesto para que venga a atendernos.
— Dime quién escoge la música aquí porque le voy a comer la boca por tener tan buen gusto musical — le dice mi amiga en cuanto se acerca el empleado que yo creo que tiene su edad más o menos.
¿La cara del chico? Un poema.
— La escojo yo — le responde.
Marlena se despierta en el carrito y enseguida ve los helados que hay expuestos en el mostrador.
— ¿Qué decías de tu jefe? — le pido mi helado al chico y se aleja un poco para prepararlo. Carla iba a someterlo a un tercer grado sobre Måneskin, menos mal que lo he impedido.
— Yo creo que le gusto. Siempre se está pasando por mi mesa y tal y me habla mucho. El otro día me preguntó si tenía novio — arruga la boca — Todo esto es culpa del Thomas. No me pone un anillo en el dedo, no me hace un bebé, no me marca como suya. Y entonces el resto de machos se creen que estoy disponible.
— Tranquila, seguro que lo de tu jefe no es para tanto y te dejará en paz — le digo — Y no presiones a Thomas para casaros.
— Es que no sé qué estoy haciendo mal para que no se quiera casar conmigo — se dirige seguidamente al empleado que viene con mi helado — ¿Si tu novia no se quisiera casar contigo tú qué harías?
Él chico ríe y niega mientras me da la tarrina de helado.
— No tengo novia.
— ¿Ah, no? — se impresiona — Pero si estás buenísimo, te gusta Måneskin y trabajas en una heladería.
— Pues a las chicas no parece interesarles alguien que trabaja en una heladería — el chaval sonríe con pena.
— Porque son retrasadas, a mí sí me interesaría — le dice ella — Además, las chicas de por aquí no son tan guapas, ¿tú qué piensas?
— Pues yo también lo pensaba — él se sonroja un poco — Pero te he visto entrar y he pensado que tú eras la excepción.
Creo que Carla no pilla la indirecta muy bien hasta pasados unos segundos.
— ¿Cómo te llamas? — le pregunta el chico.
Carla levanta la mano y niega con la cabeza.
— No tan rápido, chaval — ríe ella — Primero hazme una tarrina grande con una bola de helado de vainilla, le pones trozos de galleta picada por encima, un chorro de caramelo, luego una bola encima de helado de kit kat con unos trocitos de nuez y de pistacho y para terminar una bola de nata y otra encima de stracciatella con un poco de dulce de leche, oreo picada y...— le echa un vistazo al mostrador — ¡Unas virutas de colores por encima! — chilla ilusionada — Ponme eso y te digo hasta mi apellido.
El chico se queda boquiabierta y le pregunta cuál era el sabor de la primera bola de helado. Yo me siento con Marlena en una de las mesas y espero hasta que Carla vuelve con su rascacielos de helado.
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Me enamoré del Diablo {Damiano David}
RomanceDolor. Rabia. Ira. Todo eso fue lo que sentí aquella tarde en Roma. Pero de eso ya hace cuatro años, cuatro años desde la última vez que lo vi. Jamás pensé que nuestros caminos se volverían a cruzar otra vez. Hasta ahora... || #1 Damiano || 25/08/2...