La verdad.
Algo tan complicado de decir. La verdad duele. Pero todas esas mentiras que se dicen para taparla y ocultarla son demoledoras. Nunca me ha gustado mentir. Siempre lo he visto como un acto cobarde y sin resultado a largo plazo. Al final, todas esas cosas que se intentan ocultar por temor a las consecuencias acaban saliendo a la luz. Y en ese momento, ya no hay vuelta atrás.
Tendría que haberle dicho la verdad desde el principio a Damiano. Y se la iba a decir. Pero tenía miedo de su reacción. ¿Hubiera sido buena? ¿Mala?
Ya nunca lo sabré.
Y ahora me encuentro contra la espada y la pared bajo su intimidante mirada. Estoy acorralada. El destino me está obligando a enfrentar las consecuencias de mis actos.
Se ha enterado por una tercera persona. Tiene que haber sido horrible. Y creo que ya me puedo imaginar quién se lo ha dicho: Elena. Esa pava me amenazó con contárselo y lo ha hecho. Para ser sincera, nunca pensé que lo haría. Yo tan ignorante me tragué que eran falsas palabras dichas para simplemente asustarme. Pero me equivoqué. La zorra iba enserio.
— Daniela — su voz es neutra, pero seria.
El salón tiene un ambiente frío, gracias al aire acondicionado. Él se queda rígido en mitad del salón. Yo a apenas seis pasos de distancia.
No sé bien que decir, ni lo que él espera de mí ahora mismo. ¿Una disculpa? ¿Una explicación?
Opto por la disculpa.
— Siento que te hayas enterado por otra persona - mi voz tiembla con cada sílaba — Debí habértelo contado.
Me llevo las manos a la espalda y me balanceo un poco sobre mis pies.
— Sí, debiste haberlo hecho.
Camina con una lentitud aterradora hasta ponerse detrás del sofá y colocar las manos encima. Parpadea expectante.
Su silencio me revienta.
— ¿No vas a decir nada más? — le pregunto.
Mueve la cabeza a modo de negación.
— No. Prefiero que hables tú — eleva la mano como si me estuviera dando permiso.
Pues nada, todo perfecto (noten el sarcasmo).
— A ver, lo siento, lo siento mucho de verdad, Damiano — repito trabándome yo sola y retorciendo mi muñeca hasta el punto de hacerme daño — Me enteré antes de que te fueras con la banda a Berlín, y no quería decírtelo porque pensé que te iba a arruinar el momento de auge que estás teniendo con los chicos. Y no quería que te fuera pensando en esto, para no distraerte — cojo aire.
Lo dije todo de carrerilla.
Espero. No hay respuesta. Ni se mueve. Solo me mira. Parece estar juzgándome. Su mirada penetrante busca la mía, pero la evito.
— Yo te lo iba a contar ahora cuando volvieras, pero ya me ha quedado claro que se me han adelantado — no preguntes lo que quieres preguntar, Daniela, controláte — ¿Quién te lo ha contado? ¿Ha sido Elena, verdad? — a la mierda mi autocontrol.
— Eso da igual — le resta importancia al tema.
— Ha sido ella — no pregunto, lo afirmo.
— ¡Olvídate de ella! — me grita y se da la vuelta — Eso es irrelevante ahora mismo.
Se echa las manos a la cara. Voy hacia él e intento abrazarlo.
— Déjame en paz, Daniela — se aparta.
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Me enamoré del Diablo {Damiano David}
RomantizmDolor. Rabia. Ira. Todo eso fue lo que sentí aquella tarde en Roma. Pero de eso ya hace cuatro años, cuatro años desde la última vez que lo vi. Jamás pensé que nuestros caminos se volverían a cruzar otra vez. Hasta ahora... || #1 Damiano || 25/08/2...