Capítulo 25

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— ¡¿Con el del pelazo?! — exclama Carla al otro lado de la línea.

Madre mía, no ha dejado de gritar desde que le he contado lo mío con Ethan. Se ha vuelto completamente loca.

— Sí, Carla. Con el del pelazo — volteo los ojos.

— ¿Pero ya habéis follado?

— ¡Carla! — la riño.

— ¿Eso es que no? — se pone triste — ¿Y para que quieres a un italiano si no es para que te dé un meneo?

Le saco el dedo medio y ella sonríe abiertamente.

— Estamos tomando las cosas con calma gilipollas. Intentando tener una relación estable.

Pone cara aburrida.

— ¿Pero y si no te funciona en la cama? Eso hay que probarlo antes de empezar una relación estable de esas — expresa como si fuera lo más obvio del mundo.

— Vaya, que romántico — ironizo.

— Yo solo digo que hay que probar el producto antes de comprarlo - se limita a decir.

Me recuesto en la cama y me pego el móvil a la oreja.

— ¿Por qué tu solo piensas en sexo?

— No, guapa — me niega — Yo no solo pienso en sexo. Pero si me pones a semejantes hombres delante, ¿en qué quieres que piense? ¿En hacerles trenzitas en el pelo?

Me río un poco.

— Oye — se pone más seria — ¿Qué piensa Damiano de todo esto?

Arqueo las cejas.

— ¿De qué, exactamente?

— De que uses bragas de algodón — bromea — ¿Pues de qué va a ser? De que te líes con su amigo.

— Pues...— pienso en su serenidad del otro día cuando nos vio a mí y a Ethan — Parece que bien. Dentro de lo que cabe bien. El otro día nos vio a mí y a Ethan besándonos y ni se inmutó.

— ¡¿Que qué?! — chilla tanto que me tengo que despegar el móvil de la oreja para que no me deje sorda — Pe-pero, ¡¿qué?! ¿Y cuándo pensabas contarme el chisme?

Dios. Es más cotilla que una vieja de pueblo.

— Te lo estoy contando ahora.

— ¡Pero es que eso es muy fuerte! — grita indignada — Imagina al pobre Damiano ahí viendo eso. Pobrecito. Estará traumado.

— ¿Pero tú de que lado estás?

— ¿Yo? — dramatiza — Del de Damiano.

Y se queda tan pancha. En fin, tener amigas para esto.

— Oye, no te enfades — continúa — Pero, ¿te has visto al espejo, tía? ¡No eres un italiano sexy! — coge aire — Y además, el pobre Damiano tuvo que ver esa escena tan incómoda. Osea su ex y su amigo. ¿A ti te gustaría verme a mí liándome con Damiano? — se ríe ante lo dicho — Porque a mí sí.

Ugh. Pongo cara de asco. Mi amiga y mi ex. Carla y Damiano liándose. No se si reírme o asquearme. Y madre mía. Eso sería realmente incómodo de ver. Supongo que tiene razón. Para él tuvo que ser incómodo de ver.

— Ahora por tu puta culpa tendré pesadillas toda la noche — le comunico.

Ella se carcajea durante un buen rato. Como si fuera lo más gracioso que ha escuchado en su vida.

Empieza a hiperventilar y se termina calmando de su ataque de risa.

— ¿Has terminado ya de reírte de mí?

Me enamoré del Diablo {Damiano David}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora