— Joder — susurro para mí misma.
Me muerdo el labio inferior para intentar evitar ponerme a llorar aquí mismo. Miro por la ventanilla del coche y él sigue ahí sin inmutarse de nada fumando. Creo que no se ha dado cuenta de que hemos llegado.
Está cabizbajo mirando al suelo hasta que Victoria se le acerca y llama su atención.
Cuando levanta la cabeza sus ojos conectan con los míos.
Mierda.
Ahora soy yo la que agacha la cabeza para poder evitar su mirada.
Ethan abre la puerta del coche y me dice que baje.
— No, no puedo Ethan.
— Sí que puedes, Daniela — me anima él.
Mira hacia donde están los otros y veo que él y Vic están enfrascados en una conversación.
No pasa nada, Daniela. Pasas por su lado y como si nada. Que vea que él no te afecta.
Joder, claro que sí. Reúno todo el valor que puedo y bajo del coche. Me pongo bien mi camiseta y junto a Ethan que ya ha cogido mi maleta, echamos a andar hacia la casa.
Antes de entrar a la casa Victoria me para y me dice que mi habitación está arriba y que comience a instalarme y ponerme cómoda.
Mientras ella habla noto como Damiano tiene su vista fija en mí todo el tiempo. Me pone nerviosa, como él siempre ha hecho.
— Vamos Daniela — me dice Ethan.
Lo sigo hasta dentro de la casa y joder es enorme. Abro mis ojos como platos nada más ver el salón.
— ¿Te gusta?
Asiento energicámente.
— Me encanta.
— Pues espera a ver tu habitación.
Sonrío ante eso y él me guía hacia las escaleras por las que justamente va bajando Thomas.
— ¡Thomas! — le grito mientras lo abrazo.
— Daniela — me saluda él.
— Oye, ya te vale no haberme ido a recibir al aeropuerto — finjo molestia al decir esto.
— Ya sabes que el sueño es sagrado — dice tranquilamente y yo me río.
— Voy a ver mi habitación, luego hablamos.
Dos minutos después estoy flipando otra vez.
— Dios mío — miro toda la habitación — Es espectacular.
Un baño propio, una cama de matrimonio, un armario gigante, un escritorio. Esto parece una suite de un lujoso hotel.
— Bueno, yo te dejo esto aquí — pone mi maleta al lado de mi cama — La habitación de la izquierda es mía y la de la derecha es de Damiano.
¿Espera, qué?
Debo haber escuchado mal. Tiene que ser un malentendido.
— N-no — tartamudeo — ¿Él se va a quedar?
— No sé, Victoria está hablando con él.
— Ella me dijo que él se iba de viaje con unos amigos. ¿Era mentira?
Entrelazo mis manos y jugueteo con mis dedos, nerviosa. No quiero estar cerca de Damiano, Victoria era consciente de ello. Yo se lo dejé muy claro en repetidas ocasiones. Si hubiera sabido que él estaba aquí, no hubiera puesto un pie en Italia.

ESTÁS LEYENDO
Me enamoré del Diablo {Damiano David}
Storie d'amoreDolor. Rabia. Ira. Todo eso fue lo que sentí aquella tarde en Roma. Pero de eso ya hace cuatro años, cuatro años desde la última vez que lo vi. Jamás pensé que nuestros caminos se volverían a cruzar otra vez. Hasta ahora... || #1 Damiano || 25/08/2...