Me enamoré del Diablo {Damiano David}

Capítulo 66

— Damiano, ¿cómo se llama la canción de Noruega?

Todos miramos a Carla, sentada en el suelo y con un trozo de pizza barbacoa en su mano. Damiano entra riendo al salón con otro botellín de cerveza para él.

— Dale un plátano al puto lobo se llama — le contesta él con su habitual sentido del humor.

Estamos todos cenando en Casa Måneskin. Quedan pocos días para Eurovisión, y los chicos se van mañana a Turín. Damiano me pasa otro pedazo de pizza. Hemos tenido que pedir pizzas porque es la comida favorita de Victoria, y ella se ha empeñado.

— ¿Sabéis que The Rasmus va a representar a Finlandia en Eurovisión?

Carla tan feliz sin dejar de hablar de todo lo relacionado con Eurovisión.

— ¿Qué es The Rasmus? — se atreve a preguntar Ethan.

Damiano se sienta a mi lado y coge mis piernas para que las suba encima de sus muslos.

— ¿Tú eres gilipollas? — le pregunta Damiano a Ethan — ¿Quién coño no sabe quiénes son The Rasmus?

— ¡Eso! — grita Carla.

Victoria a mi lado, se inclina hacia delante y le saca el dedo a Damiano. Ni ella, ni Thomas, ni Ethan, ni yo sabemos qué es The Rasmus.

— I've been watching, I've been waiting — se arranca a cantar mi chico — In the shadows for my time. I've been searching, I've been living for tomorrow's all my life...

Todos nos quedamos mirándolo embobados. Esa fue una buena interpretación por su parte. Carla le aplaude y le felicita por su buen cover.

— Victoria — la nombra Damiano — Me parece una falta de respeto que vayas por ahí diciendo que amas el rock y nunca hayas escuchado In the shadows.

— Vete a la mierda — le responde ella, y acto seguido le tira a la cara el borde de un pedazo de pizza.

Thomas se sienta en el suelo, detrás de Carla y la rodea con sus brazos. Ella se echa hacia atrás y se apoya en el pecho de él. Tiene cara de estar en la gloria.

— ¿Sabéis que Mahmood va a ir a representar a Italia? — menciona Carla.

— ¿Y a mí que me cuentas? — le responde Damiano.

— Pues que Mahmood canta mejor que tú te cuento.

Damiano la apunta con su dedo, listo para ponerla en su sitio. Le molesta mucho que lo pongan en duda como cantante o que lo comparen con otros artistas. Tengo que evitar esto como sea, así que lo empujo hacia atrás y lo beso.

— Eso, eso — escucho decir a Thomas — Calma a la bestia.

A mí me da algo de corte estar delante de todos besándome con Damiano, pero de alguna forma lo tendré que relajar. Damiano clava las yemas de sus dedos en mis muslos. Los va moviendo poco a poco por mi piel, hasta llegar hasta una de mis nalgas y me da un pequeño apretón.

— Diablos, ¿podéis cortaros un poco? — nos pregunta Victoria viendo que Damiano y yo vamos a lo nuestro.

Mi marido se aparta de mí, a regañadientes, y Carla continúa con sus cientas de menciones a Eurovisión.

— A ver, ¿quién ganó Eurovisión en dos mil once? — pregunta ella de forma general, a todos.

— ¿Fue el chico noruego que tocaba el violín? — duda Ethan.

— ¿Alexander Rybak? — Carla frunce el ceño — ¡No!

Thomas y Victoria prueban a decir nombres y países, pero no aciertan. Yo no me acuerdo de quien ganó aquel año. Hace más de una década de esa edición.