Capítulo 38

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LÍA ROSE ADAMS

Después de dejar a Ethan con Cris, voy a cenar a la casa de mi padre. Llego antes que él y preparo algo de comer. Alisto todo porque hace mucho que no venía a visitarlo.

Sinceramente, la situación no me agrada del todo. Venir a casa me hace recordar el pasado, yo no quiero eso, debo enfocarme en el presente, en ayudar a las personas y cuidar de Ethan. Siento que la puerta suena, es mi padre.

-Buenas noches, papá -lo saludo y le doy un abrazo.

-¿Qué tal todo? -pregunta.

-De maravilla.

-Dime ¿cuándo piensas casarte? Después de todo, estás por cumplir los veintidós años.

Es bueno que él se preocupe por mí pero a veces tiene el defecto de intentar controlar a las personas.

-No lo he pensado, ni tampoco quiero hacerlo.

-Pero...

-Papá, por favor, venimos a cenar, no a hacer ese tipo de preguntas. Además, creo que tengo la edad suficiente para decidir.

-De acuerdo, solo me preocupaba por tu bienestar.

-Lo sé, siempre has hecho eso.

-¿Hay alguna novedad que quieras compartir con tu adorado padre?

-Veamos -hago como si lo pensara-, no es del todo importante pero hoy miré a alguien parecido a Maykol, ¿crees que sea por cansancio?

-Es lo más probable. No debes excederte en el trabajo.

-Es lo que me gusta, si yo no ayudo a esos niños, nadie más lo hará, además, lo hago a nombre de Maykol.

-¿Y cómo está Ethan?

-Nos tiene cariño; hoy, al volver me dijo mamá ¿puedes creerlo?

-Me alegra que estés bien.

Terminamos de cenar y llega el momento de despedirse.

-Puedes quedarte a dormir si deseas.

-Gracias, pero tengo que volver, mañana será un día agotador.

No lo digo por eso, en realidad, no puedo volver a caer, y para no hacerlo, alejé de mi vida todo lo que tenía que ver con Maykol, incluyendo esa habitación.

Salgo y camino rumbo a mi nuevo hogar.

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El día es un poco ajetreado, me despido de Cris que seguirá de turno en el trabajo.

-Nos vemos.

-Descansa -se despide.

Se supone que debería ir a dormir a mi departamento, pero no lo hago, al contrario, hice algunos planes para encontrarme con Eri. Voy al lugar citado y la espero, en ello, recibo una llamada suya.

-Eri...

-Alexis, lo hubieras visto, está tan cambiado, fue él quien me busco y también quiere verte, un reencuentro entre los cuatro ¿no es asombroso? -contesta de inmediato.

-No lo sé.

No me gustaría que él me haga preguntas.

-Tranquila, yo me encargaré de todo, lo lamento, no podré ir al lugar que dijimos, Alexis tiene un horario saturado y según él, hoy es el único día de la semana que estará libre.

-No te preocupes, nos vemos.

Paso por el mismo lugar de hace tres años, voy a la casa de Maykol, no sé en qué momento, otra familia empezó a vivir en ese lugar. Todos los recuerdos que tuve se fueron.

El Veneno De La Cruel EternidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora