Capítulo 8

200 50 44
                                    

—¿Ahí? —pregunté

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

—¿Ahí? —pregunté.

—No, un poco más a la derecha —hago lo que me pide— ahí, ahí está bien —Termino de pegar el cartel que dice "Bienvenido"

Después que salí de la residencia me dirigí a buscar la ropa y me vine volando para el sitio donde iba a ser la fiesta, era una especie de salón que se encontraba en la residencia de Frank. El organizador no vino, y tuvimos que hacerlo nosotros.

—Son las seis de la tarde —me informa Frank— a las ocho esto ya habrá empezado, así que los quiero aquí a esa hora.

—Espera, ¿cómo que los quiero? —indagué. En ningún momento le había hablado que venía con alguien.

—Cierto, con todo esto se me había olvidado decirte, tienes que ir a buscar a Jessica a su casa, y así están solos un rato —dice con un tono de picardía y ya sé por donde va.

—Pero yo no puedo buscarla, voy a llegar con alguien más —le anuncio.

—¿Con quién se supone que vas a llegar? ¿Qué dirán de ti, si llegas con otra chica, si no es tu futura novia? Tu reputación se va a ir al suelo y...

—Si, ya, está bien —lo interrumpí— voy a buscarla, pero también voy a traer a otra persona porque ya me comprometí —le dejo en claro.

—No importa si traes veinte personas más, tú solo llega con Jessica —me ordena. Se da media vuelta y se va a seguir organizando.

Yo camino hasta mi camioneta para irme a mi residencia a vestirme, arreglarme y planear que voy a hacer ahora con esta situación. Me comprometí con Frank que la iba a buscar, y no puedo dejar a Khea plantada, con lo que me costó convencerla.

✧❀

Me encuentro al frente del espejo del baño, mi cabello está peinado hacia atrás con algunos mechones sueltos, tengo puesta la ropa que fui a recoger temprano y era una camisa manga larga de vestir color negra con puntos blancos, un pantalón ajustado del mismo color de la camisa pero sin los puntos, y unos zapatos de vestir negros.

Primero iba a ir a buscar a Khea, y luego buscaré a Jessica y de ahí nos vamos los tres a la fiesta. Ojalá ninguna de las dos se incomoden, pero Frank me puso contra la espada y la pared.

Son las siete de la noche, Jessica me dijo que a las siete y cuarenta estaría esperándome, así que tengo casi una hora para buscar a Khea. Salgo para montarme en mi camioneta e irme a buscar a Khea.

El camino fue algo normal, la casa de Khea no está muy lejos de la residencia y las calles estaban vacías, así que pude ir a la velocidad que quería, por el carril que quería. Me bajo de la camioneta para ir a volver a subir la escalera hasta la habitación de Khea, pero para mi sorpresa ella ya se encontraba abajo sentada en una silla, pero obviamente en la parte de atrás de su casa.

—¿Qué haces aquí abajo? —le pregunté. Llevaba puesto un pantalón negro un poco ajustado, pero no tan pegado a su cuerpo, una camisa no tan ajustada, completamente negra, y unos zapatos deportivos del mismo color.

Odisea ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora