Capítulo 31

155 34 143
                                    


❀ XABI ❀Actualidad

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

XABI
Actualidad

—Solo tengo rojo, verde, blanco y rosado, tú decides —declaré moviendo el perchero de mi ropa, mostrándole a Khea lo que tenía.

—Que más me queda: rojo —escogió no muy contenta.

—¿Dónde quieres cambiarte? Aquí... en la sala, en el baño —propuse.

—En el baño está bien —decidió con algo de timidez.

Cuando volvió del baño, ya yo estaba seco y vestido: Un short blanco con pequeñas arañas de color rojo. Y una camisa blanca.

A Khea la camisa le quedaba ancha. Había elegido un rojo oscuro, con un mono gris, que a diferencia de la camisa, si le quedaba un poco más ajustado.

—Extendí la ropa en el baño, no sé si te molesta —dijo acercándose a mí.

—Tranquila, ahí está bien.

—Okey —respondió.

Se quedó parada en medio de la habitación sin saber qué hacer, ni decir.

—¿Y si te acuestas en mi pecho y vemos una película? —pregunté.

—¿Qué película? —indagó.

—Te daré el privilegio de elegir.

—Hecho —acepto.

Después de hacer cotufas e ir al abasto a comprar chuchería pasamos todo el día viendo películas. Khea se acostó de un lado, y yo del otro. Pensé que Khea elegiría una de romance, pero no, dijo que teníamos que ser felices y aquí estábamos: terminando de ver la tercera película de comedia.

—Me duele el estómago de tanto reír —aseguré.

—En todas las películas estaba ese tal Sandler, ¿quién es él, el actor comedia más famoso? —demandó.

—¿No conocías a Adam Sandler? ¿No ves televisión o qué? —inquirí asombrado.

—En realidad no, en casa no hay televisor, por eso escucho la radio —respondió— Marilyn una vez me preguntó si quería uno, pero le dije que no.

—¿Por qué? Parece que vivieras debajo de una roca —comenté.

—No, vivo en una casa —se detuvo— estás bromeando —hizo un gesto de estar ofendida.

Agarró la almohada y me la lanzó. Iba a lanzar de nuevo la almohada, pero un trueno me interrumpió. La luz se cortó y la habitación quedó en silencio.

—Lo que faltaba —balbucee— Espérame, iré a desenchufar todo.

Agarré mi teléfono y con la linterna empecé a desconectar todos los electrodomésticos. Cuando volví a la habitación hice lo mismo con los que estaban ahí. Khea estaba viendo su teléfono.

Odisea ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora