En el mundo donde existe millones de personas, en alguna parte de el, viven Xabi y Khea.
Ella tenía muchos problemas y un secreto que no quería dejar salir.
Él no estaba muy seguro de lo que quería, y aunque detestaba la inestabilidad, la quería a...
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❀FRANKLIN ❀ Actualidad
No sé por cuánto tiempo había estado en la cocina, no sé cuántos cigarros había fumado, pero no podía dejar de pensar en cómo me había comportado con Xabi.
Él era mi mejor amigo, nunca me había dejado solo. Cuando murió mi abuela, él siempre estuvo ahí, y con sus estupideces logró sacarme de la tristeza en la que me estaba hundiendo.
¿Fue necesario lo que hice?
—Frank —la voz de Jessica me trajo a la realidad— ¿en qué tanto piensas?
Su cuerpo desnudo venía caminando hacia mí. No era la primera vez que esto pasaba. Muchas veces intenté decirle a Xabi que me atraía su novia, por desgracia, nunca logré decirle.
El día que me emborraché intenté decirle, pero la llamada del hospital me lo interrumpió. No fui a acompañarlo aun sabiendo que su madre estaba mal. En el momento que vi a Khea hablando con el directivo para informarles a los profesores que, tanto ella como Xabi faltarían por cuestiones de salud, me sentí mal, por no cumplir mi papel de amigo.
En ese momento supe que Khea era diferente, pero luego llegó Jessica a decirme que ella había estado en la correccional por asesinato, ¿de dónde lo sacó? No lo sé, pero esa información mató cualquier cosa que creyera.
—Siento que lo estoy dejando a un lado, no debí dejarlo solo, ni cuando su madre enfermó ni ahora —declaré.
—Hiciste lo correcto —afirmó.
Pegó su cuerpo con el mío enviando una corriente por todo mi cuerpo, pero la aparté de inmediato, ¿qué estoy haciendo?
—¿Y si ella no es lo que creemos? ¿Y si de verdad esa chica si lo hace feliz? —inquirí.
—Es una asesina —exclamó— ¿cómo carajo lo va a ser feliz?
—Quizás no es como nosotros pensamos, quizás no fue culpa de ella...
—Deja de buscar escusas, una persona como ella no puede hacerlo feliz —interrumpió.
—¿Cuál es tu maldito empeño de verlos separados? —alcé la voz.
—Porque Xabi tiene que ser para mí —proclamó.
—¿Y yo dónde quedo? ¿Qué haces conmigo entonces?
—Tú no eres nadie, Frank.
Ahí lo supe, tras esas palabras supe que había cometido el peor error de mi vida. Había cambiado la amistad de mi mejor amigo por una chica, por una chica que ni siquiera era para mí.
¿Estaría a tiempo de corregir mi error? ¿Ya era tarde para arrepentirme? Y la pregunta más importante era, ¿Xabi me perdonaría?
