Nota de autora: Familia, ¿cómo están? Aquí les dejo que capítulo de ayer.
Quiero pedir disculpas por estas últimas semanas no cumplir, pero lo que pasó se me escapó de las manos.
Cuando llegué de viaje y prendí mi laptop me di cuenta de que una pieza se había dañado, gracias a mi hermano pude resolver, y les traje el capítulo hoy.
Deseo que lo disfruten.
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Una vez Khea me dijo que era diferente al mundo, que ella no pertenecía a él, y es que con ella todo es distinto, lo que justo piensas que es lo que va a hacer, te demuestra todo lo contrario, una vez más Khea me demostró que ella no es "todo el mundo"
—Bájate por favor, y te montas adelante —le pidió a Jessica. Esta la miró extrañada, pero hizo lo que Khea le pidió.
Ambas se montaron en la camioneta tranquila.
—Ahora sí, Xabi, sé un caballero y préndele el aire, que tiene calor —dijo tangente.
Mi desconcierto fue a millón. ¿Por qué actuaria así? Ella misma me hizo prometerle que no prendería el aire, y ahora me pide que lo encienda, ¿Qué trama? Sin decirle nada hago lo que me pide.
—Ay, aquí hay mucho silencio, prenderé la radio —antes de que pueda reaccionar, Jessica ya había prendido la radio, estaba sonando "La suite de Reikon"
En todo el camino fue escuchando música, reggaetón de ahora, cosa que de seguro incomodó a Khea.
Varias veces la miré por el retrovisor y siempre tenía la misma expresión: Neutra, no podía decir que estaba molesta, o que estaba incómoda, o feliz, porque no supe descifrar su expresión.
Estaciono la camioneta al frente de la residencia donde todo retumba, tanto que los vidrios de mi auto tiemblan.
Eso es lo que caracteriza nuestras fiestas, aquí no se viene a hablar, aquí se viene a gozar y pasarla bien.
Khea y Jessica se bajan del carro. Ambas son tan distintas, diferente forma de vestir, diferente de actuar y de pensar, a Khea la conozco poco, pero deduzco que las dos ven el mundo superdistinto.
Llegamos a la puerta del salón y al entrar me sorprendí, no había nadie, pero absolutamente nadie, si, la música sonaba, todas las luces estaban apagadas y las de colores encendidas.
Miro a Jessica que me estaba vendo con la misma cara de confusión.
Y de repente, todo pasó. Globos, serpentinas y mucha gente, la música dejo de sonar, y todos en coro gritaron, "¡Sorpresa!"
La ya no sonaba más, todo estaba oscuro, y solo eran dos focos de luz enfocando dos lugares distintos, y ahí lo entendí todo. Uno estaba enfocando hacia nosotros, a Jessica y a mí, y el otro a un cartel enorme que decía: "Sé mi novia Jessica" con corazones y demás.
—¡Oh, Xabi! ¿Tú hiciste esto? —Expresó Jessica— Si, si quiero ser tu novia —saltó haciéndome tambalear y con sus piernas y brazos se enrolló en mi cuerpo —Seremos la pareja perfecta— afirmó estampando un beso en mis labios.
Todos estallaron en aplausos y gritos, la música volvió a retumbar en las paredes y en los vidrios de las ventas, y todos siguieron con la fiesta.
Jessica se separó, pero fue unos segundos más tarde donde me di cuenta de que no me miraba a mí, sino a algo que estaba por detrás, pero lo que más me extraño era que tenía una sonrisa de satisfacción.
Cuando iba a girar para ver, agarró mi rostro entre sus manos y volvió a besarme, pero esta vez sí lo seguí.
El beso fue tierno, pero no había chispa, esa sensación de comodidad, porque eso era lo contrarío, era como entrar a un lugar desconocido, donde no sabías si hacer ruido, era bueno, no sabía cómo sentirme, era una sensación extraña.
El beso terminó porque alguien lo interrumpió
—Hey par de tortolos —dijo Frank— la foto —nos señaló la cámara.
Jessica se acomodó el vestido cuando la baje y yo hice lo mismo con mi camisa. Posamos haciendo verías fotos para quedar "Perfectos"
—Bueno amor, voy un momento con mis amigas, ya vuelvo —me dio un beso simple y corto en los labios.
Vi como Jessica se alejaba perdiéndose entre la gente.
Me quedé ahí parado por un pequeño tiempo, solo pensando todo lo que había pasado.
Ya Oficialmente Jessica era mi novia, y eso significaba responsabilidad.
Por un momento me sentí extraño, esa sensación de que estabas siendo observando, voltee hacia donde sentía la mirada, y la vi.
Vi a Khea a unos cuantos metros de pie al frente de mí, su rostro era de tristeza, de arrepentimiento, de decepción.
Había momentos que no podrías deducir lo que ella sentía, pero en estos momentos sus ojos hablaron, y de ellos salía una pregunta "¿Por qué?"
Una parte de su labio se alzó, expresando una sonrisa triste, negó con la cabeza con decepción y se dio media vuelta y se fue.
La vi alejarse y una vez más la dejé ir, por mi cobardía, por mi orgullo, por mantener todo estable, por no vivir mi vida, por llevar una vida que no quiero, le dejé ir.
Pero creo que era lo mejor, yo ahora estaba con Jessica y ella no se merecía que la engañara, tengo que volver a esa vida, la vida que me tocó, y es la vida que tengo que elegir. Khea nunca sabrá la verdad, ella seguirá su camino y yo el mío, así de sencillo.
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Nota de autora: Yo ando es en el limbo familia. Yo pensé que Khea era la única que guardaba secretos y verdades aquí, pero al parecer no es así.
Quiero agradecer por el apoyo que me han dado hasta ahora, vi que llegamos a los 1.k quizás para algunos es poco, pero es un logro, y estoy muy agradecida con ustedes por eso.
Los quiero con todo mi triste corazón.
Deseo que tengan una linda semana. <3
Pd: si ven errores es porque publique desde el teléfono, ya mañana lo acomodo desde la computadora.
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Odisea ✓
Teen FictionEn el mundo donde existe millones de personas, en alguna parte de el, viven Xabi y Khea. Ella tenía muchos problemas y un secreto que no quería dejar salir. Él no estaba muy seguro de lo que quería, y aunque detestaba la inestabilidad, la quería a...