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Capítulo 91

Baja las escaleras que van a dar a la cocina cuando pasan de las once de la mañana. Hacía mucho tiempo que no dormía tanto y tan bien. Le sintió levantarse y darle un beso, pero a él le pesaban tanto los párpados que no podía abrir los ojos, así que cuando Raoul cerró la puerta de la habitación, él rodó hasta el sitio que había ocupado su novio durante la noche y se quedó dormido allí.

-Buenos días, cariño – le dice la madre de Raoul cuando le ve aparecer -¿Has dormido bien?

-Sí – contesta con la voz un poco tomada por llevar tanto tiempo callado, frotándose nuevamente los ojos con el móvil en la mano. -¿Raoul? – Pregunta después de mirar al salón y no verlo allí.

-En la piscina, dijo que tenía mucho calor. – Se acerca a la nevera. -¿Te preparo el desayuno?

-No, no, gracias. - La mira. -Ahora me lo caliento yo.

-No me importa – contesta con el brick de leche en la mano. -Vete a saludar a Raoul, que ahora te aviso.

-Gracias.

Agoney atraviesa el salón para salir a la piscina, pero antes de bajar las escaleras que dan al jardín desbloquea el teléfono, abre la cámara, enfoca a Raoul e inmortaliza el momento.

-¿Salgo guapo? – Dice Raoul girando la cara.

-No, en realidad sales provocador – Le contesta caminando hasta donde está para recibir el beso de buenos días.

-¿Provocador?

-Aja. – Se acerca y agacha a su altura. -Mira. -Le tiende el móvil para que vea la foto.

Raoul está sentado en el borde de la piscina con las piernas abiertas, teniendo una pierna dentro del agua y la otra fuera. Tiene la espalda completamente erguida e incluso un poco echada hacia delante pudiendo apreciar que desde la cintura hasta el cuello se va haciendo más ancha, más definida. Tiene el brazo derecho apoyado en el bordillo para no caerse.

-¿Esta foto te parece provocativa?

-Sí – Contesta a la vez que deja de morderse el labio inferior y baja la mirada

-¿Por qué? – Raoul le coge del mentón y le sube la cabeza para que le mire.

-Porque sí.

-Esa no es una respuesta, cariño. - Se acerca a su boca. -Dime la verdad – Le dice antes de besarle.

Agoney le da vueltas a la cabeza a la velocidad de la luz para inventarse algo y no decir lo que realmente piensa.

»La verdad – Le vuelve a decir como si le leyera la mente.

-Te imaginé encima de mí así, ¿contento? – Tiene la mirada clavada en sus ojos

Raoul esboza una sonrisa y con la mano en el bordillo donde la tenía puesta, mueve la pelvis hacia delante y hacía atrás.

-¿Haciendo esto también? – Le mira sin parar de moverse.

-Raoul, no es el momento ni el lugar, para, por favor. – Dice Agoney muerto de la vergüenza porque aparezca la madre de Raoul para decirle que tiene el desayuno preparado.

-El lugar definitivamente no, porque me dijiste que me querías así encima de ti, pero el momento... - Raoul deja de moverse. -No veo porque no.

-Pues porque tu madre va a venir ahora, y no me gustaría que te encontrara haciendo... eso.

-No estoy haciendo nada malo, Ago. – Le pica volviendo a moverse otra vez. -Además...

-Por favor, Raoul, para.

-Mi niño vergonzoso – Habla Raoul sacando la pierna del agua y girándose para quedar frente a Agoney -Ven aquí.

Agoney se acerca un poco más y es él quien empieza a besarle suave pero con ganas.

-¿Desayuno y nos metemos en la piscina un rato?

-Agoney, no voy a hacer nada aquí dentro contigo. – Le contesta Raoul .

-Eres... -Agoney se separa de él. -ES TÚ PI DO - Dice marcando cada sílaba y viendo como Raoul se ríe.

Agoney no es la primera vez que le llama de esa forma y cada vez que tiene la oportunidad lo hace. Encuentra divertido ser él, quien se mete un poco con su novio.

Raoul baja de un salto el borde la piscina, se pone de puntillas frente a su novio.

-Cuando me tengas encima de tuyo moviéndome así – acerca su pelvis a la de él. -Espero que me digas cosas más calientes. - Le deja un pequeño beso en los labios y se separa.

Raoul va en busca de las chanclas meneando todo su cuerpo, dejando que Agoney desde unos pasos más atrás no pierda detalle de como el bañador mojado le marca el culo.