Capítulo 13

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Raoul y Yeray no han vuelto a hablar de lo que había sucedido la noche anterior en la habitación. Ante todo eran amigos y si uno no quería, no pasaba nada. ¿Se lo pasaban bien juntos? Sí, se conocían y sabían lo que le gustaba a cada uno, pero no eran las únicas personas con las que follaban.

Ya están todos levantados desde hace más de dos horas, desayunados, vestidos y a punto de salir de casa para ir hacer una de las rutas de montaña. La idea de ir a pasar estos días fuera de sus casas es precisamente no estar encerrados todo el día entre cuatro paredes y salir a respirar aire puro.

Adrián tiene la puerta de la calle abierta esperando que el último de turno salga de la casa, es decir, Raoul. Éste había dejado sin contestar el último mensaje que le había mandado Ago.Tenerife y quiere alegrarle la vista.

Raoul está buscando en su galería del teléfono una foto suya metido en la cama, no tiene que bajar mucho para dar con ella. La imagen en cuestión se la había sacado su hermano mientras dormía, estaba tumbado boca arriba con la cabeza girada a la izquierda, la sábana con la que debería de estar tapándose la tenía enrollada a la altura de la cadera, dejando a la vista su cuerpo desnudo salvo por los calzoncillos rosas que se podían ver.

Con la foto en la aplicación, busca la canción que quiere a pesar de que se corta antes de que acabe la segunda estrofa, selecciona la opción de poner la letra en la pantalla como si fuera una rueda, agranda el tamaño de tal manera que ocupe la mayor parte de la foto y la envía a su historia. <Matemática de la carne> de Rayden.

Mi más sentido bésame, bésame, besayúname
Ayúdame a deshacer la cama
Te comería a versos, pero me tragaría mis palabras
Por eso mejor dejarnos sin habla

Perdí el sentido del amor, pero no del sarcasmo
Así que te haré el humor hasta llegar al orgasmo...

Cuando sube la historia sale de la aplicación, bloquea el móvil y se pone en marcha antes de que Adrián se enfade por ser el último en salir.

-¿Quieres contarnos? – Pregunta Yeray cuando lo ve salir con una sonrisa en la cara y guardando el móvil en el bolsillo del pantalón

Raoul no sabe qué decir, qué podía o mejor dicho que quería contar y qué no... Son sus amigos y confía en ellos ciegamente, pero también sabe que le dirán que está loco por entrar en un juego así. También es verdad que le dicen que deje de hacer locuras y él siempre les contesta que hacer locuras de vez en cuando, era lo que le mantenía cuerdo el resto del año.

-He conocido a un chico por internet, chsss no me cortes y déjame hablar – Le dice a Yeray que había abierto la boca. -Fue todo muy rápido y raro, pero me gusta el juego que tenemos. Él es de Canarias así que no os tenéis que preocupar, ni tenéis que pedirme su DNI porque me vaya a encontrar con él. Es un juego que tenemos, nos gusta y lo pasamos bien.

Sus amigos se miran entre ellos, saben que alguna vez que otra le han pedido el DNI y la dirección del chico con el que se iba a encontrar, pero es que solo se preocupan por él.

Deciden dejar el tema un poco apartado hasta que Raoul quiera hablar o contarles algo.

De vuelta a la casa, Raoul va directo a su cama y se sienta en ella sacando el móvil y encontrándose con varias notificaciones de Ago.Tenerife. pero cuando pulsa sobre ellas no le sale ningún mensaje.

Яaoul: ¿se puede saber por qué tenía notificaciones de un montón de mensajes tuyos y resulta que no me aparece ninguno? ¿por qué borras?

Cuando está por salir de la conversación, le aparece abajo que Ago.Tenerife está escribiendo. Así que espera a recibir la contestación.

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