PEAKY BLINDERS | FEELING GOOD

19

El humo del cigarro salió por la boca de Annabelle mientras observaba el cielo estrellado afuera de su caso, observó el cigarrillo terminado y rebusco entre sus bolsillo la caja que Arthur le había regalado, lo encontró y sacó uno pero había olvidado si encendedor adentro de la casa.

Abrió la puerta de la casa y observó a Ada sentada en el comedor hablado con uno de sus hijos, el niño río y salio corriendo hacia las escaleras.

—¿Hambre? —preguntó Ada mirándola.

—No... —negó y miró la comida que él niño había dejado, sea lo que sea se veía bien— Bueno, un poco.

Ada se iba a levantar pero Annabelle estiró su mano.

—No, Ada, yo me sirvo...

—Pero quiero atenderte...

—No, y yo quiero que estes tranquila y sentada a mi lado— le sonrió Annabelle.

Ada se sentó junto a ella y le sonrió.

—Te extrañe— confesó Ada mirándola— Solo estábamos Polly y yo y luego ella se fue.

Annabelle la miró.

—Me hubiera gustado poder convivir más tiempo con ella, jamás abandonar mi hogar y llegar a ese estúpido orfanato.

—¿Si fue un accidente cuando se quemo el orfanato? — preguntó Ada mirandola— ¿Si fue así o tu lo quemas?

Annabelle le sonrió.

—Dios, Annabelle — exclamó Ada.

—Eran un monstruo, nos trataban horrible y esa mi oportunidad. Por años guarde el arma que la tía Polly me había dado y era el momento de usarla.

—Hiciste lo correcto, liberaste a muchos niños de ellas— le contestó Ada— Tenemos una fundación para lo niños y si pudiéramos encontrar a todos se que Tommy los aceptará.

Annabelle la miró con cierta alegría, ayudar a esos niños sería su penitencia tras quemar el lugar que habitaban.

—Eso sería increíble.

—Es mas— habló Ada—Yo misma me voy a encargar de encontrar a todos y llevarlos ahí, es un lugar seguro y les enseñamos una profesion por si no llegan a ser a adoptados. Te ayudare— tomo una mano de Annabelle y le sonrió.

Thomas entró a la casa junto con sus hermanos y Whitey, el joven estaba al lado de Thomas y este le decía algo en voz baja.

—Estaremos en el despacho— anunció Thomas y miró a Grace quien asintio con la cabeza— Annabelle, acompáñanos.

Annabelle parpadeo ante ello y miró a  su hermana y Grece, la última mujer le sonrió y Annabelle se encaminó hacia el despacho, Thomas espero que Annabelle entrará y cerró la puerta del despacho.