PEAKY BLINDERS | FEELING GOOD

43

El caos comenzó en las afueras del lugar, los hombres de Changretta se dividieron en dos bandos: los que apoyaban a Lucas y los que apoyaban a su hijo armando un campo de batalla.

—¡Thomas!— exclamó Whitey llegando a este y derribandolo al piso evitando que una bala imapctara en el hombre— ¡Arriba, arriba! Vamos Thommy estamos en desventaja.

Thomas fue ayudado por Whitey y ambos corrieron ocultándose de las balas, William miraba desde atrás de sus hombres como disparaban, se giro  uno de ellos y dio una orden en voz baja:

—Sigan disparando creando humo e iremos al pop de Thomas, lo destruiremos y después matamos a todos. Les comentare el resto del plan lejos de aquí.

—Como ordene— hablo uno de ellos.

William se abrió paso entre sus hombres y cuando se alzó una gran capa de humo comenzaron a abandonar el lugar sin dejar huella, Thomas alzó la vista lentamente mirando el humo generado, varias balas estaban en el piso.

Escucho un quejido lejos de el y miro a Lucas tirado en piso en un charco de sangre, se aproximó a él y lo miro desde arriba.

—Hay que matarlo Thommy— hablo Arthur llegando hasta el lado de su hermano— Vamos Thomas, secuestro a nuestra hermana, se lo merece.

Thomas alzó el arma y la cargo, lo apunto en la cabeza y su mano quedó suspendida en el aire.

Odiaba a Lucas. Si, lo hacía. Habia matado a su tía Polly, se merecía la muerte. La imagen de su tía apareció en su mente.

"¿Por qué matarlo ahora cuando ambos tienen un villano en común? Actua con inteligencia Thomas y después lo matas"

Recordó esas palabras que su tía siempre le decía antes de ejecutar a alguien,  bajo el arma dejando de apuntarlo y miro a dos de sus hermanos.

—Llevenlo adentro— guardo el arma entre su saco— Y desaten a Annabelle.

—¿No lo mataremos?— pregunto Michael cuando pasó a su lado.

—Lo mataré cuando quiera matarlo, ahora no.

***

Annabelle sintió que sus muñecas estaban dormidas, el dolor había aminorado gracias a un té proporcionado por Ada.

—Oye—hablo y Ada la miro— No te sientas mal por lo que ha pasado entre Changretta y tu, jamás imaginaste que esto podía suceder, no tienes la culpa que Thomas tenga problemas con todo el mundo por negocios.

Ada le sonrio.

—Gracias, es un tanto complicado todo eso— confeso— Tener a Thomas y Lucas bajo el mismo techo no ser sencillo.

Annabelle giro la cabeza y miro a Lucas quien ya había sido curado por Ada y seguía inconsciente.

—Dormido no se ve tan maldito— murmuró y regreso su vista a Ada— No podre dormir ahora sabiendo que esta a mi lado.

—Si quisiera matarte, lo hubiera hecho desde un principio Shelby—hablo Lucas y Annabelle se giro a verlo.

—¿Estas escuchando nuestra conversación Changretta?—le pregunto alzando una ceja— Eso es poco caballeroso de su parte.

—Eres más insoportable que tu propio hermano— se incorporo en la cama y soltó un quejido de dolor

Ada se levantó de la cama de Annabelle y se sentó en donde estaba Lucas.

—¿Como están los niños?— pregunto Lucas mirandola— ¿Han escuchado los disparos? ¿Se han espantado?

—Están bien, Ginna estuvo con ellos jugando lo que alejo de sus pensamientos las balas—le sonrio.

Annabelle alzó ceja ¿Lucas Changretta, el mafioso preocupado por sus hijos?

—¿Como estas tu?

Annabelle alzo ambas cejas.

—Enojada contigo— contesto Ada mirandolo— No debiste llevarte así a mi hermana.

—No la lastime.

—No, para nada— soltó Annabelle y los dos la miraron— Solo me dejaste sin comer y debajo de la lluvia pero estoy bien.

Ada se giro a Lucas.

—¿Que? Lucas, pudo haberse enfermado.

—Pero no paso. La mantuve alejada de los hombres que querían aprovecharse de ella— lucas miro a Annabelle —Deberías agradecerme por ello.

—Y tu deberías ser llamado San Lucas de ahora en adelante— contesto con sarcasmo y se dejo caer sobre la cama mirando al techo— Tengo hambre, porque alguien cuando me secuestro no fue ni para arrojarme un bolillo duro.

Lucas negó con la cabeza sabiendo que llevarse a Annabelle Shelby había sido el segundo error que había cometido, el primero fue no matarla, aquella chica hablaba hasta por los codos.

—De acuerdo, ambos están hambrientos— se levantó Ada de la cama y los miro—Les traeré algo de comer y no se maten.

Annabelle le sonrio un poco y cuando Ada se dio media vuelta borro su sonrisa y miro a Lucas que también la observaba.

—Es mejor que te cuides la espalda, podría matarte.

—¿Me amenazas Shelby?— alzó una ceja Lucas.

—Si, te estoy amenazando.

Annabelle se dio media vuelta dándole la espalda al hombre, soltó un suspiro y sintió su cuerpo que se estremecía lleno de dolor y frío. Cerró los ojos y se durmió.